Conflicto teñido de mezquindades

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En el día de hoy, se cumplen 24 días del reclamo que viene realizando un importante número de transportistas que se encuentran apostados a los costados de la ruta en los accesos a diversas ciudades.
El conflicto se inició en Santa Fe, pero ahora está concentrado en nuestra región, afectando de gran manera la actividad en la zona portuaria de Bahía Blanca y Quequén.
El reclamo de los camioneros consiste fundamentalmente en una reformulación de la Ley Nacional de Cargas en la que se fije una tarifa de referencia de cumplimiento obligatorio donde se garantice rentabilidad, aunque la lista completa contiene 15 puntos entre los cuales se solicitan mejoras de las condiciones laborales y que el Gobierno intervenga a la hora de fijar el precio del gasoil.
Sin lugar a dudas, el pedido de los transportistas es justo, puesto que es indiscutible que la tarifa ha quedado sumamente retrasada respecto a la inflación. “Necesitamos que esto esté legislado, que ante la suba de gasoil y gomas, que tenemos un grave problema con eso, la tarifa suba automáticamente, a la par de la inflación, porque nosotros siempre venimos atrás. Si la actualización de la tarifa no es ley, todo lo que hemos hecho sería de gusto” le dijo a este medio Miguel Contreras, uno de los voceros de los transportistas autoconvocados de Lobería.


Claramente se trata de un conflicto que no es de caracter local, ya que los intendentes no tienen en sus manos la posibilidad de dar una solución, aunque nos parece que es necesario que los jefes comunales decidan intervenir para tender un puente con las autoridades que sí pueden tomar decisiones al respecto.
En ese sentido, el intendente Arturo Rojas recibió a los autoconvocados, aunque la reunión se desarrolló en un clima tenso que lejos estuvo de generar acuerdos. “Siempre pasa lo mismo, no encuentran la forma de sentarse en Nación y, cuando no hay salida, lo terminan transformando en un problema local. Todo lo que tengamos que hacer en términos legales lo haremos, espero que en algún momento hagan una asamblea, depongan la actitud y entiendan que los temas que están planteando son nacionales” afirmó Rojas, mientras que el vocero de los transportistas, Walter Valentini, le dijo a Sendero Regional que “el intendente salió a reírse y burlarse de nosotros. Si hubiese sido otra clase de intendente, como los de las localidades vecinas, el sólo hubiese venido a las rotondas para ver por qué estábamos acá, cuál era el motivo, pero en estos días, nadie se preocupó por nosotros, no siendo Aceiteros y el SUPA Sindicato Unido Portuarios Argentinos, que nos apoyaron. El intendente no trató de hacer una mediación, siendo que él puede hacerla para solucionar el problema. Él en 2018, cuando estaba en el Consorcio del puerto Quequén, firmó un acta de acuerdo con la CGT y nunca cumplieron nada, sólo fue para que nosotros dejemos las manifestaciones y después se olvidaron que existíamos”.


En cuanto a Lobería, Miguel Contreras contó que “mañana tendremos una reunión con el intendente Fioramonti. Le pedimos ayuda para que empiecen a sonar algunos teléfonos, porque nosotros estamos muy cansados y esto no da para más”.
Mientras los manifestantes reclaman la intervención de las autoridades locales, la manifestación se extiende en el tiempo y está generando importantes problemas. Si bien no ha habido desabastecimiento en las ciudades, ya que las rutas se liberan varias veces en el día y pasan los camiones con carga, por la enorme cantidad de demoras hay actividades productivas que directamente no envían mercadería o prefieren esperar a que se resuelva el conflicto.
Pero sin dudas el sector más afectado es el de la agroindustria, que en estos más de 20 días ha tenido pérdidas importantes, ante la imposibilidad del traslado tanto del cereal como de la hacienda. En el caso de los granos, se vieron especialmente afectados los puertos de Quequén y Bahía Blanca, donde los camiones no pudieron ingresar a descargar el producto a exportar en las terminales, lo cual produjo un pronunciado retraso en los embarques. La cadena de perjudicados es grande, exportadores, escritorios, productores y comerciantes locales, que también sienten el impacto de la crisis que genera esto en el sector agrícola ganadero.
Otro de los temas que deja para el análisis este reclamo, es la crisis del sector sindical. Es por ello que en todo momento, en este comentario editorial, nos referimos a los autoconvocados y no a tal o cual gremio, asociación o sindicato. Es que una gran cantidad de camioneros no se sienten representados por sus dirigentes gremiales y por eso decidieron movilizarse por su cuenta.
“Decidimos autoconvocarnos porque estamos cansados que aparezca un sobre, lo manoteen y nos dejen a nosotros a la vera del camino, por eso decidimos ir unidos sin ningún sindicato, porque siempre ellos arreglaban y nosotros seguíamos igual” afirmó Contreras, mientras que en el mismo sentido, Valentini opinó que “no queremos a ningún gremio, porque sabemos lo que pasa siempre, se beneficia uno sólo cuando tiene que solucionar la problemática de todos. Acá somos todos autoconvocados y las decisiones se toman entre todos”.
Es entendible la posición que han tomado los camioneros, aunque deberán plantearse la necesidad de organizarse institucionalmente, para poder ser una parte activa de las negociaciones.
Se sabe que en los últimos días hubo un acuerdo con la Provincia de Buenos Aires y si bien celebraron una serie de puntos consensuados con el gobierno bonaerense, todavía no tuvieron respuestas de parte del gobierno nacional.
“La tarifa se actualizó un 22,5 por ciento, aunque si no figura en la AFIP, si nosotros salimos a trabajar, no la estaríamos cobrando, seguiríamos cobrando la tarifa anterior” explicó Contreras, aunque aclaró que “se consiguieron algunos puntos, como lograr que el precio de la verificación sea más accesible, y se consiguió que el Ruta se pueda hacer por intermedio del teléfono, pero la lucha más grande es la de la tarifa. Si nosotros salimos a trabajar y mañana nos sube el gasoil, quedamos de vuelta abajo”.
Por lo pronto, más allá de las diferencias políticas y gremiales que pueda haber en el medio de este justo reclamo, es imperioso que la solución llegue cuanto antes, sin que se llegue a medidas extremas como en algunos casos se están evaluando, con cortes de rutas importantes del país e impedir la circulación. Sin lugar a dudas, puede que de esa manera logren la atención que requieren, aunque el daño que se generaría sería enorme.
Carlos Laboranti – Director Ejecutivo