Hace cuatro meses Melina Augier, de 28 años, concurrió a la guardia del Hospital Municipal «Felipe A. Fossati» por una dolencia en la zona abdominal. El diagnóstico de los profesionales fue un cuadro de apendicitis, hecho que motivó que fuera sometida a una cirugía laparoscópica.
Tres días más tarde fue dada de alta y ya en su domicilio, mientras cumplía con el post operatorio, comenzó a levantar temperatura, por lo que volvió a concurrir al nosocomio.
«Por el protocolo sanitario, me hisoparon y me aislaron por tres días, pensando que yo tenía Covid. Cuando me revisaron me dijeron que la fiebre era porque la herida se me había infectado», aseguró Melina en diálogo con el medio MinutoBalcarce, agregando que «me sometieron a una segunda operación y en esa intervención me perforaron el intestino con el láser. De ésto se dieron cuenta en una tercera operación, que por pedido de mi marido no fue con láser, sino con bisturí. En ese momento constataron la infección avanzada que presentaba».
La semana siguiente Melina estuvo internada en la unidad de terapia intensiva. «Estuve siete días con la panza abierta debido a tres lavados que me realizaron para limpiar la zona. Luego me dieron el alta y desde ese momento que permanezco en la cama porque el dolor es insoportable», expresó.
Por último, sostuvo que «me destrozaron la vida. Tengo mucha impotencia y no quiero que le pase lo mismo a otra persona. Quiero que me devuelvan mi vida. Quiero poder volver a jugar con mis hijos y ser la Melina de antes. Tengo miedo de volver al Hospital porque no quiero pasar otra vez por lo mismo. Mi marido pidió la derivación a un centro de mayor complejidad, pero la Dirección no hizo nada».
Fuente: Minuto Balcarce