Por Valerio Cherenscio – Periodista Sendero Regional
La historia de la pesca en Lobería se ha enriquecido con el reciente triunfo de Valentín Vidal en el prestigioso concurso de las 24 Horas de la Corvina Negra. Este logro sin precedentes en la pesca loberense nos llena de orgullo y alegría a todos los que nacimos en esta ciudad.
Desde aquel recordado triunfo de Gustavo «Lobo» Bovati en una fecha provincial en el año 2005, la pesca de nuestra ciudad ha sido testigo de múltiples logros y títulos obtenidos por sus pescadores en diversas categorías.
Equipos de cadetes, mayores y seniors han dejado su huella en competiciones provinciales, nacionales e internacionales. Figuras como Aníbal Sánchez, con sus múltiples títulos, Isaías Vidal en categoría cadete y Silvio Vidal en senior, han llevado el nombre de Lobería a lo más alto de los podios nacionales y provinciales.
La dedicación y el esfuerzo de estos pescadores y tantos otros, que han invertido tiempo y dinero en equipos, viajes y preparación, y que han trabajado incansablemente además para formar a niños y jóvenes, han sido esenciales para que Lobería se destaque en el ámbito de la pesca deportiva.
Sin embargo, lo logrado por Valentín Vidal este domingo es un hito sin precedentes para nuestra ciudad. Enfrentándose a 6.000 pescadores, Valentín logró conquistar lo que muchos consideran el Mundial de la pesca, cumpliendo así el sueño de todo pescador. La trascendencia de su victoria se reflejó en los principales medios de comunicación del país, que destacaron su triunfo y reconocieron su talento y perseverancia.
Valentín conoció las 24 Horas de la Corvina Negra siendo un niño, acompañando a su padre Fausto, su tío Silvio y otros pescadores como «Quique» Vidal, el «Turco» Amado, «Tite» y «Tatán» Chisté. Ellos le inculcaron la pasión por este deporte y le enseñaron cada secreto. Los valores de la dedicación, la paciencia y el amor por la pesca fueron transmitidos de generación en generación, forjando el carácter y la habilidad de Valentín.
Seguramente, en momentos de tanta felicidad, Valentín habrá sentido la presencia de su padre, aunque ya no esté, y el apoyo de quienes lo formaron en la pesca cuando apenas podía sostener la caña en sus manos y que este domingo lo recibieron en la entrada a la ciudad como un verdadero héroe deportivo.
La imagen de Valentín siendo recibido por la comunidad en su llegada a la ciudad, con abrazos, aplausos y lágrimas de emoción, quedará grabada en la memoria de todos.
Este triunfo es un homenaje a la pasión y al esfuerzo compartido por la familia y amigos que lo acompañaron en su recorrido. Pero también es un logro de los pescadores de Lobería, porque con este logro, Valentín no solo cumplió su sueño, sino también el de ellos. Esto es un reflejo del espíritu comunitario de Lobería, donde cada éxito individual es celebrado por todos. La comunidad se une en momentos de alegría y orgullo, reconociendo el valor de cada uno de sus miembros.
Valentín Vidal ha puesto el nombre de nuestra ciudad en lo más alto, demostrando que con esfuerzo, dedicación y pasión, los sueños se pueden cumplir. Su historia inspira a las futuras generaciones de pescadores y nos recuerda que el apoyo mutuo y la perseverancia son clave para alcanzar el éxito. Lobería celebra este tremendo logro deportivo que nos llena de felicidad y orgullo.
