Un joven loberense, afirmó a través de una publicación en su cuenta de Instagram, que vivió una delicada situación al participar de una «previa», en la que le colocaron morfina en una de las bebidas que ingirió.
Bajo el título de «In-cre-í-ble», el joven indicó que «el sábado pasado me junté con amigas a salir, tomamos vino (me emborraché un poco) y fuimos a una «previa». Ahí me preparé otro vaso de vino, tomé un poco y en un momento empecé a marearme y a caerme, no podía equilibrarme, me paraba, me caía y vomitaba».
El joven continuó con su relato: «Una amiga me vio así y me llevó a mi casa, a donde llegué inconsciente. Se levantaron mis viejos y me vieron así; mi mamá me preguntaba si además de alcohol había consumido algo más, porque me veía las pupilas muy dilatadas, a lo que yo respondía seguro que no, no había consumido nada. Me llevaron al baño ya que no podía caminar, veía todo desenfocado, sentía que se me movía el piso y las paredes, estaba súper mareado y me desvanecí».
Luego afirmó que «después de eso me llevaron al Hospital y me internaron en terapia intermedia. Me hicieron análisis de sangre y orina y en estos salieron sustancias de morfina. En la «previa» me pusieron morfina en el vaso, este medicamento mezclado con el alcohol me pudo haber generado un paro cardiorespiratorio, pero llegué a tiempo al Hospital».
Vale destacar que en el inicio de la publicación, afirma que decidió contar esta situación «para que estén atentos y no le pase a nadie lo que me pasó a mí».
Sendero Regional se comunicó con la madre del joven, Silvina Burgos, quien confirmó todo el relato de su hijo.
Burgos contó que su hijo había llegado a su casa cerca de las 4 de la mañana y que decidió llevarlo al Hospital porque notaba que Agustín tenía las pupilas sumamente dilatadas. «Lo llevamos a la rastra» relató, a la vez que dijo que fue atendido muy bien el el nosocomio local, por la doctora Kriscovich y demás profesionales.
Al conocerse los resultados de los análisis, fue que le informaron que su hijo tenía derivados de la morfina. Su hijo le confirmó que en ningún momento había tomado de otro vaso que no fuera el suyo, por lo que no tiene dudas que alguien le colocó la sustancia en su vaso.
Burgos contó que en el día de ayer, su hijo fue nuevamente atendido por la mencionada profesional, quien le explicó que el consumo de morfina con alcohol pudo haberle ocasionado un paro cardíaco.
Sin dudas una situación como para estar alertas ante el comportamiento de los adolescentes y jóvenes.