Un compromiso eterno con la memoria colectiva

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Mañana, como cada 24 de marzo, los argentinos nos unimos para recordar una de las etapas más dolorosas de nuestra historia: la dictadura militar que se extendió entre 1976 y 1983.
Han pasado 49 años desde el inicio de esos oscuros años, pero el impacto que dejaron en nuestra sociedad sigue siendo profundo y omnipresente. Recordar lo sucedido no es simplemente un acto de rememoración; es una necesidad vital para garantizar que aquello jamás vuelva a repetirse.
La dictadura fue sinónimo de desapariciones forzadas, torturas, exilios y una represión sistemática que buscó acallar las voces de la disidencia. Su legado dejó 30.000 desaparecidos, pero también marcó a generaciones enteras que, a través de sus familias y educadores, entendieron la gravedad de lo vivido.
La importancia de mantener viva esta memoria reside en transmitir lo aprendido a las nuevas generaciones, para que ellas sean guardianes de la Democracia que tantos sacrificios costó recuperar.
Hoy, vemos con preocupación que hay voces que minimizan o cuestionan los hechos de aquella época. Es imperativo redoblar esfuerzos para combatir la indiferencia y reforzar el mensaje: Nunca Más.
Es un deber ético y político seguir dialogando, educando y repudiando cualquier intento de negar lo sucedido.
Por eso, la memoria no solo vive en los actos oficiales, sino también en cada charla con nuestros hijos, en cada libro leído y en cada documental visto.
La Democracia que hoy disfrutamos debe ser cuidada y fortalecida cada día. Recordar no es un ejercicio pasivo; es un acto activo que renueva nuestro compromiso con la verdad y la justicia.
En honor a quienes ya no están y como legado para quienes vendrán, reafirmamos nuestro compromiso: Nunca Más.
El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia no es solo una fecha en el calendario. Es un llamado constante a reflexionar, actuar y construir un futuro basado en el respeto, los derechos y la memoria colectiva. Es nuestra forma de transformar el dolor en esperanza y la historia en aprendizaje eterno. Porque recordar es, siempre, resistir.
Carlos Laboranti, director ejecutivo