Si bien existen otros factores estructurales que impulsaron la baja del precio de la soja, como la fiebre porcina en China y los mayores stocks de cereales, la profundización de la guerra comercial entre Estados Unidos y China fue el desencadenante que durante esta semana el valor FOB internacional de la oleaginosa alcanzó el precio más bajo de los últimos 11 años.
Recordemos que en los últimos días y ante las diferencias que fueron surgiendo en las negociaciones, Estados Unidos decidió unilateralmente dar por efectivo el aumento de tarifas a productos alcanzados por el 10 %, al 25 %.
Seguidamente, el gobierno de China anunció un aumento de tarifas a productos que ya estaban alcanzados por tarifas por un volumen estimado de 60.000 millones de dólares. El aumento efectivo de las mismas se daría a partir del 1° de junio próximo por lo que se cree que en el mercado que existiría un tiempo para que ambas potencias lleguen a un acuerdo.
Por su parte en el mercado de soja de Brasil y Argentina se observó un fuerte repunte de las cotizaciones, lo que podría derivar en un aumento de las compras del gigante asiático en Sudamérica.
Los especialistas de la Bolsa de Comercio de Rosario comentaron: «Si bien aún se está muy lejos de tener definiciones precisas sobre lo que sucederá con el comercio bilateral entre estos dos países que, sumados, representan el 40% del PBI global, está claro que cualquier definición en este sentido es susceptible de provocar fuertes cimbronazos en los flujos comerciales y financieros del mundo».
Impacto en el complejo sojero
Desde la bolsa rosarina analizaron el impacto de toda esta situación en el complejo sojero local, el principal aportante de divisas al balance externo, donde normalmente el 30% de todas las ventas al exterior de bienes y servicios que nuestro país realiza en el año, provienen del poroto de soja y sus derivados.
A pesar que se proyectan aumentos de las exportaciones del complejo sojero del 40% para la presente campaña, la baja de los precios internacionales provocan que el ingreso neto de divisas a cuenta de ventas externas de poroto, harina, aceite de soja y biodiesel sumen en el nuevo ciclo 14.000 millones de dólares, apenas un 18% por encima del valor de la campaña pasada, cuando una feroz sequía afectó a la producción argentina.
Además, estos 14.000 millones de dólares, que son exportaciones netas descontadas las importaciones de poroto de soja proyectadas, resultan 1.400 millones de dólares menos al ingreso de divisas proyectado por exportaciones del complejo sojero a comienzos del 2019. A los precios esperados en enero, el poroto y sus principales subproductos hubiesen aportado 15.400 millones de dólares, un 30% más que el año anterior.