El jueves por la tarde se presentaron en el ministerio de Hacienda los resultados preliminares del Censo Nacional Agropecuario 2018. La publicación del reporte significa que luego de 16 años existe un relevamiento actualizado del sector agroindustrial de nuestro país. Y es por eso que durante la conferencia de prensa las autoridades nacionales realizaron un reconocimiento al esfuerzo de todo el equipo que tuvo a su cargo el estudio.
La presentación fue encabezada por el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, su par de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Miguel Etchevehere, y el Director del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), Jorge Todesca.
Además, la presentación técnica de los resultados preliminares estuvo a cargo del director técnico del INDEC, Pedro Lines; la directora nacional de Estadísticas y Precios de la Producción y el Comercio, Carolina Plat; y el coordinador general del CNA 2018, Agustín Lódola.
También estuvieron presentes, funcionarios provinciales, legisladores, e integrantes de la cadena agroindustrial.
Lacunza expresó que “este censo es emblemático para la economía por lo que representa la actividad en la Argentina”. Por su parte, el titular de la cartera agropecuaria, dijo: “Pasaron 16 años del último censo y nuestro país era otro; la producción y el campo eran otros. Celebro que este trabajo se haya terminado en este gobierno para tener hoy una herramienta indispensable que nos va a servir para analizar dónde estamos parados, para saber cómo se encuentra la producción y para poder seguir generando futuro y las políticas que el sector necesita”.
Jorge Todesca, responsable del INDEC, aseguró: “El 91% de los productores explotan sus propias unidades productivas, trabajan y viven en el campo, lo que es una enorme clase media agropecuaria. Este Censo desmintió aquella creencia tan urbana de que el campo está manejado por unas pocas familias aristocráticas o terratenientes. Más allá de la visible concentración que se vive en el sector, y el crecimiento de la superficie promedio, buena parte de esa clase media rural sobrevive”.
Del relevamiento participaron 3.500 personas en todo el país, entre coordinadores provinciales, jefes de zona y auxiliares, supervisores y censistas. Se utilizó la última tecnología para la carga de datos, mediante tabletas digitales y en reemplazo de los cinco cuestionarios en papel que se usaban tradicionalmente.
A partir de esto, se desarrolló una aplicación móvil con un módulo geográfico que permitió dividir los datos por departamentos. El procesamiento de los datos se realizó mediante un sistema de gestión, que agilizó los tiempos de recolección y permitió detectar eventuales inconsistencias durante su proceso.
Los Datos más relevantes del Censo
Se relevaron 206,7 millones de hectáreas en 594.064 terrenos y se censaron 250.881 explotaciones agropecuarias (EAP) con 480.191 parcelas. Además, se identificaron 222.201 EAP con límites definidos con 470.257 parcelas, 22.506 EAP sin límites definidos con 26.059 terrenos sin límites y 6.174 EAP mixtas con 9.934 parcelas y 7.445 terrenos sin límites definidos.
De las 250.881 explotaciones agropecuarias censadas, contra las 333.533 existentes en el Censo de 2002, se desprende que desaparecieron 82.652 explotaciones entre 2002 y 2018, donde no solamente hay un efecto de las políticas que aplicaron los diferentes ciclos políticos, sino también un elevado proceso de concentración de la actividad agropecuaria.
Por supuesto que los productores que hoy no están en la actividad son reemplazados por otros que son cada vez más grandes, y a tierra destinada a la producción no registra caída, sino que directamente cambia de manos. Las mismas se encuentran en una superficie de 157 millones de hectáreas, lo que implica que la superficie promedio de cada una de ellas se ubica ahora en 627 hectáreas, aunque la mayoría de ellas tiene entre 200 y 500 hectáreas, y en el censo anterior, el promedio se ubicaba cerca de 520 hectáreas.
En censo también contempla en agricultura un total de 37.400.000 hectáreas cultivadas. Si bien el área se mantuvo en los mismos niveles de 2002, creció la superficie con cereales: de 9.900.000 pasó a 11.300.000 hectáreas, y la de oleaginosas, que pasó en 2002 de 12.900.000 hectáreas a 14.300.000 en 2018. Además, se registró una caída con forrajeras perennes.
Con respecto al sector ganadero, existen 40.411.905 cabezas de ganado bovino en 130.803 explotaciones, 8.625.383 cabezas de ganado ovino en 39.705 establecimientos. Asimismo, se identificó un total de 2.573.681 cabezas de ganado caprino en 31.896 explotaciones. En cuanto al ganado porcino, se relevaron 39.086 explotaciones agropecuarias con 3.601.236 cabezas. Por último, se identificaron 908.288 cabezas de equinos en 78.574 EAP.
Por otro lado, el 69% de la superficie de las parcelas corresponde a propiedad, le sigue la modalidad de arrendamiento con el 19%, sucesión indivisa 3%, ocupación con permiso 3%, ocupación de hecho 2% y el 5% restante pertenece al resto de los regímenes de tenencia de la tierra.
Otro de los datos aportados por el nuevo Censo Agropecuario, es que existen 420.704 personas que trabajan de manera permanente en el campo, y de las cuales el 82% son varones. También hay 332.721 viviendas en las explotaciones agropecuarias, con 257.528 que se encuentran habitadas, y con un total de 732.986 personas residentes en los establecimientos rurales.
En lo que respecta a las tecnologías que se aplican en los campos, existen actualmente 200.069 tractores, 23.475 cosechadoras, 74.956 sembradoras y 37.778 máquinas acondicionadoras de forrajes. Y por otro lado, existen 31.312 prestadores de servicios de maquinaria agrícola.