El 30 de noviembre se celebra el Día Nacional del Mate, en conmemoración del nacimiento del comandante guaraní Andrés Guasurarí, quien fue gobernador de la provincia de Misiones de 1815 a 1819 y fomentó la producción del mate, y dio gran impulso a la comercialización de la yerba mate
Según datos del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), el mate se encuentra en 9 de cada 10 hogares y en el 2020 el consumo interno alcanzó los 268,8 millones de kilos.
En nuestro país se consume en mayor porcentaje la yerba mate elaborada con palo, donde predomina el estilo suave que tienen más palo, hojas grandes y menos porcentaje de polvo de hoja. Es errónea la creencia de que el polvo de la yerba debe ser separado antes de preparar el mate. El polvo es buenísimo, no es otra cosa que las hojas trituradas de yerba mate y es ahí donde está el sabor, el poder antioxidante, la cafeína, o sea que no hay que separar el polvo del paquete de yerba. El palo equilibra el sabor: a mayor porcentaje de palo, más suave va a ser la yerba y se va a lavar más rápido.
La recomendación de la temperatura del agua es entre 75 y 80 grados y cuando ven las primeras burbujitas al costado de la pava ya está en 80 grados. Para evitar que el mate se enfríe, lo importante es nunca dejar de cebar, ya que cuando pierde temperatura, la yerba «empieza a oxidarse y es ahí donde puede aparecer el gusto amargo más intenso.
Una vez abierto el paquete de la yerba mate, éste debe ser guardado en un recipiente hermético que la proteja de la luz y de la humedad del ambiente, lejos de alimentos y de productos de limpieza con olores fuertes, que pudieran contaminarla.
La mayoría de las marcas poseen envases originales que, por lo general, constituyen una excelente barrera contra la humedad y olores externos. Es importante mantenerla en el recipiente original bien cerrado. La yerba puede llegar a durar un año una vez abierto el envase o bien de dos a tres años en el paquete cerrado.
El mate «cebado» es la forma más popular, antigua y extendida del consumo de la yerba mate en sudamérica. Hay distintas maneras de preparar un buen mate. Unos lo prefieren con azúcar, otros amargo, y hay quienes le agregan hojitas, cáscaras cítricos o raíces de plantas medicinales. Lo sustancial es tomar mate, que de por sí es agradable y beneficioso.
Karla Johan – Sommelier argentina