El Ejecutivo avanza con los trabajos de movimiento de suelo. El monolito estará enclavado en la Av. Almirante Brown de Quequén, a metros del de Malvinas, y está siendo confeccionado por el dueño de una metalúrgica que lo entregará en donación
Cuando Jesica Gopar, esposa de uno de los submarinistas caídos en el Ara San Juan, se presentó en el municipio con la propuesta de la construcción de un monumento en la ciudad que conmemore a los 44 desaparecidos en la profundidad de un golfo a 600 kilómetros de Comodoro Rivadavia, tuvo una rápida respuesta, al punto que declaró en su momento que “estoy agradecida sobre todo al intendente Arturo Rojas que apoyó este sueño de que tengamos un lugar para ir, sentarnos y estar”.
En este contexto, junto al Instituto Browniano que apadrina la acción, y otros actores, se decidió emplazar el monolito en la Av. Almirante Brown de Quequén, a metros del que conmemora a los caídos en Malvinas, en lo que será el sitio por excelencia para ir a recordar a los seres queridos y llevarles una flor.
Y mientras la política y la sociedad se siguen debatiendo en qué es lo que pasó aquel 15 de noviembre de 2017, casi cuatro años después ya se empezó con la primera parte del sueño, ya que el Ejecutivo dio inicio al movimiento de suelo y el hormigonado, cuya tarea no menor está a su cargo.
Una vez finalizados estos trabajos, será el turno de la colocación del monumento, que será donado por Jorge Savini, dueño de una metalúrgica, y que se representará con una ola gigante, un canal en el centro y lógicamente con la forma de un submarino.