A modo de recuerdo del primer embarque de trigo desde la Argentina al extranjero, que se realizó el 14 de agosto de 1926, se celebra hoy el Día del cerealista. Esa primera exportación fue el resultado de la política de intercambio comercial llevada a cabo por Avellaneda, quien había asumido los destinos del país en 1874.
Con la simple intención de dedicarles a todos los trabajadores del agro un día para homenajear y reconocer su actividad por parte de los demás sectores, el consejo directivo de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires resolvió instaurar el 14 de agosto como la fecha para celebrar el Día del cerealista.
Según se sabe el espíritu de los emprendedores se centró en dictaminar un día del año para estrechar relaciones, fomentar la amistad, camaradería, y también procurar la concurrencia de todas las fuerzas productivas en una decidida acción para impulsar la expansión de la producción agrícola y el perfeccionamiento de la industria y el comercio de los cereales.
Cuando se refiere a la palabra cerealista, se incorpora en el concepto una serie de valores, algunos de los cuales son difíciles de explicar a aquellos que no forman parte del sistema, pero que interesa que conozcan y sepan que cuando se habla de cerealista hay una referencia directa con el diálogo de los sectores, el orden del negocio y sus formas y normas, la transparencia y los fueros, según publicaron en el portal Ecos Diarios.
Con el paso del tiempo, esta actividad se fue perfeccionando y es importante recordar la tarea de cada una de las personas que interviene en algún eslabón de la larga cadena que tiene que ver con el agro.