Revalorizando el patrimonio cultural, histórico y arquitectónico de Lobería

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Pocos días atrás, el Museo Histórico “La Lobería Grande”, propuso una actividad sumamente interesante para la comunidad, titulada “Misterios en la historia”, poniendo en escena a protagonistas singulares de la historia local.
Se trató de una visita guiada nocturna al cementerio municipal, en la cual los numerosos asistentes pudieron conocer acerca de la historia de exiliados, médicos, una misionera, sobrevivientes de las trincheras y un albañil que devino en senador, y cuyos restos descansan en la necrópolis local.Puede ser una imagen de 11 personasMás allá de la importante aprobación que tuvo de parte de la gran cantidad de asistentes y de tantos otros que no pudieron ir, también es verdad que a partir de esta propuesta se generó una importante polémica, pues muchos ciudadanos consideraron que la actividad era irrespetuosa, principalmente por hacerse en horario nocturno.
En principio me parece necesario destacar que este tipo de visitas guiadas a cementerios, de día y de noche, no son exclusivas de Lobería, de hecho tienen lugar a lo largo y ancho del mundo, y son conocidas como necroturismo. El mismo tiene una larga tradición en Europa y cada vez ha ganado más lugar en nuestro país, donde son miles de personas las que concurren a visitas nocturnas a los cementerios, desde uno de los más conocidos, como el de Recoleta en Capital Federal, hasta otros de distintas ciudades, como el de Mendoza, el Británico en Buenos Aires, El Salvador en Rosario, el San Juan Bautista en Corrientes, el San Jerónimo en Córdoba, La Piedad en Posadas, El Salvador en Jujuy, el de La Plata, el de Neuquén y podría seguir enumerando cientos de ciudades más.Puede ser una imagen de 10 personas, el Partenón, la Puerta de Brandeburgo y multitud

Está claro que no a todos tiene por qué gustarle o interesarle participar de esta actividad, lo que sí debe quedar en claro, es que estas visitas se realizan con el mayor de los respetos, siendo una actividad absolutamente cultural e histórica.
Se trata de una experiencia única en la que se mezclan la historia, el arte y el misterio. Han sido varias las visitas propuestas en los últimos años por el Museo Histórico “La Lobería Grande”, algunas veces el protagonismo lo tuvieron las esculturas, otras las construcciones arquitectónicas y otras, como esta última, las historias de personas cuyos restos descansan en el camposanto loberense, algunas conocidas y otras absolutamente ignoradas o que han estado ocultas a través de los años.
Cada una de estos encuentros, ha contado con un exhaustivo trabajo de investigación previo realizado por la museóloga Eliana Noelia Segovia, quien se ha transformado en una de las principales historiadoras de Lobería, quien a su vez oficia de guía, logrando destacar y revalorizar el patrimonio cultural, histórico y arquitectónico de nuestra ciudad.
A medida que más cementerios abren sus puertas a los visitantes y organizan rutas específicas, se revela un mundo oculto tras los muros de estos lugares sagrados. Desde hace unos años, a través de la mencionada museóloga e historiada y con el apoyo del municipio, el cementerio de Lobería se ha transformado en uno de ellos.
Los cementerios son mucho más que simples lugares de descanso final. Son parte del patrimonio material y cultural, con obras, esculturas, grabados e historias de gran valor artístico. También forman parte del patrimonio inmaterial y antropológico, proporcionando un contexto de los usos y costumbres vinculados a la muerte a lo largo de la historia.
Este editorial no busca generar unanimidad en cuanto al interés o el gusto por estas visitas, pero sí intenta destacar el trabajo serio del Museo a través de su encargada, quien no para de bucear e investigar en la historia local, dejando un legado para nosotros y las generaciones venideras.
Carlos Laboranti, director ejecutivo.