Reeditan una travesía de 1924 en un Ford T: Pasaron por Lobería y Necochea

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A fines de 1924, el Ford T número 100.000 fabricado en Argentina recorrió más de 5.200 kilómetros atravesando 80 localidades como una demostración de lo que esa máquina era capaz, a la vez que se impulsó una acción de márketing de avanzada. Al conocer esa historia a través de un libro y con el fanatismo a cuestas por aquellos vehículos, Julio Dupont comenzó a pensar en reeditar la travesía. Y puso manos a la obra.Puede ser una imagen de ‎4 personas, carro de golf, vehículo todoterreno y ‎texto que dice "‎Colección Cherenscio Cheremseio Esso ی EL POTRO P PD 0 R0 YPF‎"‎‎

Ayer, en plena marcha y junto a su compañero de aventuras Paulo Rancaño, Dupont pasó por Lobería y Necochea, sacándose numerosas fotos y visitando lugares relacionados con el automovilismo.

En Lobería estuvieron en el Centro Cultural Villa Ercilia y en el taller del Castellano Power Team, donde fueron recibidos por Jonatan Castellano, quien se dio una vuelta en el Ford T.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“La vuelta del 100.000”, como se conoció aquella proeza y también esta versión 2024/25, comenzó en Plaza de Mayo, aunque en esta oportunidad el kilómetro cero se ubicó en Algarrobo, al sur de la provincia de Buenos Aires, de donde es oriundo Dupont. De allí el Ford T viajó hasta Buenos Aires para comenzar a recorrer luego el interior bonaerense, el santafesino y ahora el cordobés, para luego entrar en La Pampa y regresar finalmente a Buenos Aires.

Dupont en persona cuenta la historia de su travesía para Puntal: “Acá hay dos historias que son bastante interesantes. Por un lado, en la trompa del Ford T se lee el nombre Haydee. En el ambiente de los Ford T, todos los autos tienen un nombre, se bautizan. Bueno, ¿quién es Haydee? Era mi abuela, la madre de mi padre, que ella me crió hasta los 7 años y hace 40 años que ya no está más con nosotros. Y ella me contó hasta los últimos días, con un gran orgullo, que ella iba a ver a su novio, mi abuelo, en un Ford T. Ella vivía en Nicolás Levalle, por la ruta 22, que fue un pueblo que después desapareció. Allí hay un museo que recuerda a la gente que vivió en ese pueblo. Y cuando uno entra, hay una imagen que tiene un metro por un metro y medio de mi abuela en el Ford T”, comienza relatando el protagonista de esta nueva versión de “La vuelta del 100.000”.Posando en la 83. Julio Dupont, Arturo Rojas, Matías Sierra y Pablo Rancaño

“Cada vez que entro a ese lugar se me pone la piel de gallina”, admite Julio Dupont. Y recuerda: “Ella siempre me contaba que se subía al Ford T de su padre, le bajaba el bigote y se iba a ver a su novio, Víctor Dupont, en la década del 30. Una mujer manejando sola un auto en el 30, ese fue su gran orgullo”, remarca Dupont en un alto en la travesía.

Julio recuerda que desde sus 10 años tiene un Ford T en su casa, continuando la pasión de su abuela por aquel vehículo de comienzos del siglo pasado.

No hace mucho tiempo, en un campo en la zona del sur bonaerense, Dupont logró recuperar los dos faroles del Ford T de su abuela, que son los mismos que hoy le iluminan el camino de los 7 mil kilómetros de recorrida. Finalmente, esa es la explicación del nombre que lleva estampado en la parrilla delantera del auto que cumplió 100 años.

“Es un orgullo que me acompañe, de alguna forma, mi abuela y sus faroles, que la iluminaban cuando iba a ver a mi abuelo”, apunta Dupont, con una emoción a flor de piel.Amigos de la vida. Julio Dupont junto a Pablo Rancaño

Pero luego está la explicación de la travesía, y ahí está el antecedente original de 1924 que fue reflejado en un libro sobre la historia de la marca del óvalo que cayó en manos de Dupont y allí nació la idea de replicarla 100 años después.

“Ford en el año 24 armó el Ford número 100.000 y para promocionarlo salió de Plaza de Mayo el 29 de diciembre del año 1924 y recorrió 80 localidades. Nosotros hacemos el mismo recorrido. Además de soñador, soy terco y acá estamos paseando con un auto que refleja mi imagen”, explica Julio Dupont, al que no le faltaron problemas en la ruta, pero mantiene viva la ilusión de los 7 mil kilómetros.

Y uno de los puntos que remarca Dupont en su relato es que el vehículo no está puesto a nuevo. “A mí me gustan las cosas con el paso del tiempo, que cuenten historias. Y este auto es un auto de campo, como bromeo que los gringos lo usaban para buscar la damajuana de vino, la cebolla y la galleta y estaban todos golpeados. Y el asiento se rompió y le pusimos un cojinillo porque nadie lo mandaba a tapizar. La lona después de 3, 4, 5 años se enganchó en un caldén y se perdió. Las ruedas del auto tienen 100 años. Pero esa es la idea; incluso vamos con la damajuana con la arpillera para que esté fresca”, explicó.Puede ser una imagen de 2 personas, helicóptero, carro de golf y texto que dice "IALTAI S VINA TA 200 energia A NAFTA BIOETANOL BIoET TANOL ROM Nuevo ral 本 COPDOBA だやるい Pont O LA VUELTA DEL 100000 10000 LAVUELTADEL1O ALIAS:"

-¿Y cómo marchó hasta acá? ¿Mucho más complicado de lo que pensaban?

-Yo soy consciente del medio mecánico que tengo; yo salía con el auto todo envejecido, con un motor cero kilómetro y un día antes de salir el motor falló, entonces hubo que poner un motor que debe hacer 80 años que lo hicieron. Gasta, está cansado y ahí está lo noble del viaje y lo noble del auto que me demuestra que así y todo puedo hacer esto. Tengo problemas, como tuve problemas ayer, tuve problemas hoy y tendré mañana, pero ya salí consciente de eso; los disfruto. No disfruto del problema, pero sí del viaje porque cada problema me hace conocer gente y lugares. Yo no sumo kilómetros; sumo amistades y lugares que me llenan el corazón, que es lo que me voy a llevar de este viaje, no kilómetros.