En el patio trasero del Polo Productivo Municipal se acumulan cientos de bloques de asfalto articulado que, diariamente y con mucho compromiso, fabrican las integrantes de la Cooperativa “Rivera Quequén”, a la espera de ser utilizados en la construcción de algún piso u otra obra que beneficie a distintas instituciones o espacios públicos del Distrito.
Esta productividad creciente y el trabajo colaborativo que se percibe ni bien se ingresa al edificio, simbolizan la reactivación de un espacio que había estado marginado mucho tiempo y que, gracias a la impronta aportada por el intendente Facundo López, a través de la coordinación de la Subsecretaría de Producción e Innovación Tecnológica, ha recobrado su vigor y fortaleza.
Con el ruido de la maquinaria todavía vibrando sobre sus oídos y transportando unos moldes para ponerlos de cara al sol, y con ello asegurar su correcto proceso de secado, Perla Marchane afirma que en el Polo se siente como en su casa.
“La verdad que la Cooperativa ya es una familia, hace 5 años que trabajamos juntas, nos conocemos”, refleja sobre sus compañeras, entre sonrisas cómplices. Y continúa ponderando: “se trabaja bien, cada una tiene una tarea específica. Están las que hacen la mezcla, las que manejan las máquinas, las que transportan los bloques”.
Perla es la presidenta de Rivera Quequén y como tal toma la voz cantante cuando hay que destacar las tareas que realiza el grupo a su cargo. “Estamos haciendo asfalto articulado y vamos a hacer bloques próximamente”. Además, “hacemos la limpieza del Polo. Hemos podido reconstruir la mayoría de las instalaciones, que se han pintado y refaccionado”.
“Nosotros tuvimos mucha suerte con este programa (Argentina Trabaja), nos cambió la vida. Muchos de mis compañeros se pudieron terminar la casa, darle una mejor educación a los chicos”, destaca nostálgica y recalca “si bien nos gustaría tener un trabajo mejor, nos levantamos y venimos a trabajar contentos”.
“Nos ha cambiado mucho. Por ejemplo, acá estamos realizando Fines (un plan nacional de finalización de estudios). Dos de nosotras terminamos este año el secundario y tenemos una chica que está empezándolo”, enfatiza Perla sobre los beneficios que les ha traído su inclusión en este programa.
Además de Rivera Quequén, en o desde el Polo funcionan otras tres cooperativas, con el acompañamiento del área municipal encabezada por Leonardo Ruggiero, que hace las veces de articuladora con las actividades de la comuna.
“La idea es que los chicos estén capacitados, se preparen y que, en algunos casos, se puedan conformar como cooperativas de trabajo e independizarse y, en otros casos, que cuando den el paso a la parte privada tengan un oficio. Por ello, nosotros le hemos brindado cursos de albañilería, electricidad, carpintería de aluminio, para que se vayan sabiendo cómo hacer un bloque, una baldosa. Es decir, están aprendiendo para tener una mejor salida laboral”, afirmó el coordinador de los talleres productivos, Isidro Coria.
