El BRUXISMO es una parafunción que se caracteriza por apretar y/o rechinar (frotar/deslizar) los dientes entre sí.
Una parafunción incluye aquellos movimientos del sistema masticatorio (en este caso) que no tienen un sentido útil, son movimientos involuntarios e incluso desconocidos por la propia persona.
La mayoría de las personas desconocen que lo padecen, debido a que es más frecuente por las noches, mientras uno duerme.
Existen dos tipos de bruxismo:
• El conocido como «Bruxismo de vigilia», que se caracteriza por contracciones musculares de más de 2 segundos de duración y existencia de apretamiento dentario. La mayoría de los pacientes que lo padecen dicen sorprenderse al descubrir que apretaban sus dientes de manera involuntaria mientras realizaban alguna tarea que requería concentración, esfuerzo físico o por el hecho de encontrarse emocionalmente estresados.
• El «Bruxismo de sueño»: Es el más habitual. Puede haber apretamiento, rechinamiento o ambos y se caracteriza por contracciones breves y repetidas de los músculos masticatorios.
El bruxismo se desencadena por una multiplicidad de factores, entre los que se encuentran: Ansiedad, hiperactividad, stress, ausencia de piezas dentarias, falta de alineamiento dentario (maloclusión), mala alimentación, trastornos del sueño, mala actitud postural, algunos medicamentos, así como también ciertos hábitos nocivos (el consumo de tabaco, café, alcohol, el consumo de drogas estimulantes, las bebidas energéticas los edulcorantes y mascar chicle entre otros que también ayuda a qué se exprese).
Muchas veces es difícil que el paciente identifique los signos y síntomas y que decida realizar tratamiento. El bruxismo es progresivo y las dolencias van aumentando con el correr del tiempo. Antes de la pandemia ya se consideraba que por el alto nivel de stress de la vida cotidiana, todo paciente puede bruxar. Ello se vio potenciado con el aislamiento. Y las consultas por bruxismo han aumentado considerablemente
Entre los síntomas más frecuentes por los que los pacientes realizan la consulta se encuentran: Contractura muscular en cabeza cara o cuello, sonido al dormir (tipo vidrio molido) que puede referir nuestro acompañante de cuarto, dolor facial de cabeza o cuello, dolor de oídos, dolor en la Articulación Témporo Mandibular, tensión mandibular incluso al abrir la boca, traba mandibular (en casos severos), ruidos al abrir o cerrar la boca, problemas cervicales, insomnio o sueño de mala calidad, sensibilidad dental, piezas dentarias con fisuras o desgastes, fracturas dentarias, restauraciones dentarias filtradas, desgastadas o perdidas, retracción o inflamación gingival, heridas en la mucosa del carrillo, molestias al masticar
El tratamiento es paliativo, es decir que tiende a ALIVIAR los SÍNTOMAS y por ende MEJORA LA CALIDAD DE VIDA DEL PACIENTE.
El objetivo del tratamiento es REDUCIR EL DOLOR y EVITAR el DESGASTE de las PIEZAS DENTARIAS., siendo la COLABORACIÓN del PACIENTE el pilar fundamental en la estrategia terapéutica, que será sugerida para caso en particular.
Se puede abordar desde diferentes puntos, por ejemplo:
• Tratamiento dental integral apuntará a reestablecer las superficies dañadas por el bruxismo, corregir la alineación dental, y lo que se evalúe en cada caso, ya que cada plan de tratamiento individualizado y personalizado.
• Disminución o alivio del stress (se puede recomendar ejercicio físico, técnicas de relajación, fisioterapia, psicoterapia, entre otras.
• Placas miorelajantes o de descanso (son personalizadas, ya que no hay dos bocas iguales y se confeccionan a medida del paciente). Son placas de acrílico muy finas que se colocan en una de las arcadas dentarias y actúa interponiéndose entre ellas evitando la máxima contracción muscular, amortiguando la presión y evitando el contacto entre las arcadas impidiendo el desgaste entre las piezas dentarias.
• Botox terapéutico, que está indicado en aquellos casos en que el paciente utiliza las placas de bruxismo o descanso y bien o el paciente manifiesta bruxismo diurno y/o el dolorque motivó la consulta persiste. Actúa relajando selectivamente los músculos maseteros y parte del músculo temporal. Disminuyendo así la fuerza de la contracción de los mismos. Su efecto tiene una duración de aproximadamente 6 (seis) meses y disminuye el bruxismo diurno y el nocturno. Y mejora la sintomatología, la sensación de fatiga muscular y/o las cefaleas.
Sandra M. Kanevsky
Odontologa