¿Qué es de la vida de… «Cachi» Lezcano?

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En este espacio, proponemos saber de la actualidad de distintas personas que pasaron por Lobería, dejando un grato recuerdo. Deportistas, artistas, profesionales, políticos, periodistas, locutores… han dejado huella en Lobería.

Hoy: Jorge Luis «Cachi» Lezcano.

A fines de la década del ’90, llegó desde Benito Juárez para trabajar en un boliche bailable que fue furor por aquellos años: Morena.

Fueron algo más de tres años en nuestra ciudad, los que le bastaron, con su gran carisma, para ganarse el cariño de los jóvenes que asistían al lugar a bailar todos los fines de semana. «Mi actividad era «multifuncion», armaba los eventos, me ocupaba de la publicidad, la gráfica, la estética, que cambiaba cada tres meses según la época y la estación, los tarjeteros, el programa de radio, etc.», cuenta «Cachi» sobre aquellos años en Lobería. «Tengo los mejores recuerdos. Si bien mi enfermedad se profundizó en aquella época, igualmente pude relacionarme con gente maravillosa y vivir momentos inolvidables» enfatizó.

Desde Benito Juárez, su ciudad natal y donde reside actualmente, nos cuenta que «sería muy difícil de sintetizar qué ha sido de mi vida en estas dos décadas que han pasado desde que me fui de Lobería, pero puedo decir que todo fue muy intenso, el cáncer de mi padre, que por suerte sigue vivo, mis problemas de salud, que me llevaron al borde de la muerte e incluso a la cárcel, mi reinserción social…».

Luego explicó que «siempre de un modo u otro estuve relacionado al medio. En lo laboral relacionado con una empresa de eventos sociales como bodas, aniversarios, cumpleaños, egresados, etc. ocupándome de la estética, conducción y animación. Con respecto a la radio, nunca deje de trabajar en locución y publicidad».

En estos años, Lezcano sufrió problemas de salud, y en ese sentido, sostuvo  que «llegué al borde de la muerte, estuve internado varias veces, sufrí cuatro neumonías. En la última, entré a la guardia con 5 de presión, calambre en las extremidades, deshidratación extrema…. Siempre recuerdo que el médico de guardia, después de auscultarme, me dijo: -¿Se siente bien?; le respondí -Doctor, son las 2 de la mañana y estamos en la guardia, si me sintiera bien estaría en mi casa durmiendo…; y el doctor la remata diciéndome -¡Es que no le encuentro el pulso!; a lo cual le respondo -¡Entonces estaré muerto!. Unos minutos después me estaban trasladando a terapia en silla de ruedas. Actualmente estoy medicado de por vida, pero me siento bien y tengo una vida plena».

«Cachi» pasó por momentos malos, y en uno de ellos, terminó en la cárcel. Frontal como fue siempre, no le escapó a hablar de ello. «Lo que me privó de mi libertad, fue mi adicción a la cocaína. Sin entrar en detalles, eso es lo que me llevó a la cárcel, con una condena de cuatro años. La experiencia no fue traumática por el modo y la forma en que lo tomé. También debido a que si bien corrí muchos riesgos, nada fue extremo y siempre estuve acompañado por mi familia, que en aquel momento eran mi padre y mi hermano. Fue este último quien se ocupó de hacer lo imposible para que no me falte nada y tenga la asistencia legal adecuada para lograr una pena transitoria».

El locutor explicó que aquella situación, le sirvió para tener un cambio. «Todo en la vida sirve en relación a como lo tome cada uno, a mi me sirvió para tener una nueva vida».

En la actualidad, Lezcano atraviesa un muy buen momento. «Hoy en día trabajo para el municipio en el área cultural, como locutor, conductor y animador. Trabajo en la mayoría de los eventos, cierre de año, talleres de Cultura, Plazas Inquietas, Fiesta Provincial de la Frambuesa, Carnaval, etc. También me ocupo de eventos privados, soy animador de Villa Tropical, locutor publicitario de «Vale» y tengo un programa en Radio Poder, llamado «Más Vale Cachi». En otro plano, disfruto la vejez de mi padre, que en agosto cumple 89 años, convivo con él, mi hermano y mi pareja, en una casa humilde, donde no sobra nada pero no falta el afecto».

Lezcano cuenta que «volví a Lobería una vez al cumpleaños de la hija de una amiga, pero estaba tan enfermo de adicción, que casi no lo recuerdo. También tuve oportunidad de trabajar en un lugar clásico de la ciudad, con muy buena gente, que se vieron obligados a despedirme por la misma razón. Era gente muy amable, que me brindó una gran posibilidad y me demostraron que eran muy buenas personas, pero no pudieron lidiar con la forma de vida que llevaba en esa época».

Pasado el tiempo, cuenta que ha perdido todo contacto con nuestra ciudad. «No tengo ningún tipo de contacto, aunque mientras estuve en La Plata sobrellevando la enfermedad de mi padre, me encontré con gente de Lobería, para los cuales trabajé en un proyecto que con el tiempo fue un exitoso negocio. Algunas personas no las volví a tratar debido al cambio de vida y a alguien en particular que quise como a un hermano, dejé de tratarlo porque sabiendo que estaba preso, no fue capaz ni siquiera de visitarme una vez».

Por último, «Cachi», quien se mostró feliz de haber sido contactado para esta nota, expresó que «quiero agradecer a quienes me recuerden, saludar a quienes me quieran y disculparme con quienes estuve mal en algún momento. El pasado ya pasó, el futuro ya vendrá, hoy solo trato de ser feliz».