Por Equipo del Centro de Atención Temprana Nº1 “Jesús de Nazareth” Lobería: Directora, Juliana Lynch; maestros de Atención Temprana, Sonia M. Peirano y Gisella Teruggi; fonoaudióloga, Glenda Amezcua.
Como padres podemos comprobar como nuestros hijos a temprana edad quedan fascinados ante un dispositivo tecnológico (TV, Tablet, celular, etc.). ¿Debemos evitar este impulso? ¿Cuáles son los efectos de exponerse tanto tiempo ante una pantalla?.
Debemos saber que los dispositivos son altamente adictivos, lo que ocurre frente a una pantalla en estas edades tempranas es fascinación, no atención sostenida. La atención es una actitud de descubrimiento, una actitud de apertura ante la realidad, es la actitud activa donde una pregunta busca respuesta y la expectativa de lo que se encuentra. En cambio la fascinación es una actitud pasiva ante estímulos novedosos, intermitentes, frecuentes, actitud de embotamiento que busca sensaciones nuevas.
Las Asociaciones Pediátricas asocian la exposición a pantallas en edades tempranas con: pobreza en las interacciones visuales y sociales, falta de atención, disminución en el vocabulario, impulsividad, trastornos en el sueño, sedentarismo, miopía; y recomiendan no prohibir por prohibir, sino dar a nuestros hijos alternativas excelentes, los niños aprenden de las interacciones con humanos, no con pantallas, de conectar con la mirada, desde el juego; actividades que contribuyan a desarrollar acciones como planificar, crear, atender, memoria de trabajo y que desarrollen la virtud, fortaleza, templanza y confianza necesarias para el uso responsable de la tecnologías.
También recomiendan nada de pantallas de 0 a 2 años, y de 2 a 5 años la exposición es menos de una hora por día con contenido acorde a la edad del niño, no utilizar en las comidas ni antes de dormir.