Un segundo proyecto para fomentar la producción agroecológica en el distrito fue presentado en el HCD esta semana. ‘Hacemos hincapié en el trabajo y la producción realmente sana’, explicó Hugo Pérez, activista del grupo ‘Por los 1000 metros libres de fumigación’.
El viernes pasado (28-04) se realizó una reunión de la Comisión de Medio Ambiente del Honorable Concejo Deliberante que fue presidida por María Eugenia Ruiz (FPV).
La Comisión recibió a representantes de agrupaciones ambientalistas como Ciudad Frutal (Eugenia Podlesny) y 1000 Metros Libres de Fumigación (Hugo Perez y Cecilia Biederman), que presentaron un proyecto para la promoción de la producción agroecológica, que tiene la finalidad del consumo de alimentos sin contaminación de agroquímicos.
El del viernes fue el segundo proyecto presentado en los últimos días, ambos apuntando a reducir el uso de agroquímicos en el distrito para generar una producción sustentable, que genere puestos de trabajo y produzca alimentos más sanos que los que actualmente se consumen.
«Presentamos un proyecto con Eugenia, de Ciudad Frutal, y con Luciana, que es parte de los productores agroecológicos y nosotros, que pertenecemos a los «1000 metros libres de fumigación» un proyecto fundamentalmente basado en el hecho de que se presenta este proyecto como se hizo en un montón de municipios en toda la provincia de Buenos Aires por el Día de la Tierra, de producción agroecológica», contó luego de la reunión el activista Hugo Pérez.
En el proyecto «hacemos hincapié en el trabajo y la producción realmente sana, donde tiene mucho que ver los 1000 metros libres de fumigación, donde tiene que ver la mano de obra que hoy se puede llegar a conseguir en el partido, o sea que tiene que ver con la concreción de trabajo y fundamentalmente independencia alimentaria», agregó.
«Es volver 60/70 años atrás, cuando nuestros abuelos y nuestros bisabuelos abonaban la tierra con bosta de vaca o algo por el estilo y hacían el purín del famoso venenito del paraíso para evitar las hormigas o se fermentaba otra cosa, la ortiga y la cochinilla y ese tipo de cuestiones», explicó.
Según Pérez, la razón para trabajar con la agroecología es la salud. «Es porque es sano: así de simple y de sencillo. La Naturaleza no generaba plantas cada vez más resistentes y se formaban vectores contaminantes cada vez más fuertes porque con lo que se abonaba o con lo que se limpiaba la tierra era con cosas sanas, por lo tanto la tierra hacía su proceso habitual y nosotros comíamos mucho más sano», comentó.
Pérez calificó la respuesta de los concejales como «positiva». «Fue bueno que nos hayan escuchado, fue muy ameno, muy interesante y encontramos un ‘ida y vuelta’ muy interesante con la aceptación de muchísimas cosas», sostuvo aunque aclaró «obviamente la posición del Concejo Deliberante es complicada porque así como nos escucha a nosotros escucha a aquel productor que se ve ‘obligado’ a usar agrotóxicos por una cuestión de mayor ganancia y tienen que escuchar a todos».