En el marco de la fiesta de los 80 años del Tandil Auto Club, el tricampeón del Turismo Carretera, Oscar «Pincho» Castellano, se dio el gusto de disfrutar la Chevy de la familia Spinella, que perteneciera a Emilio Salvador Satriano, la máquina con la cual el «Obispo» obtuvo el campeonato 1990 del TC, dirimiendo la corona precisamente con el piloto de Lobería.
Promediando la tarde, el hombre que triunfó en tres oportunidades en Tandil, subió a uno de los autos históricos de los carreteros y lo aceleró hasta la Rotonda del Lago.
Una delicia para la gente y para la gran cantidad de público que bordeaba los 2,5 kilómetros hasta Don Bosco y Yugoslavia.
Fuente: vertigomotorsport.com