Piedrazos, heridos, autos rotos y un pésimo operativo policial

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Lamentablemente, una vez más la violencia se hizo presente en un espectáculo deportivo.

Había finalizado el encuentro entre Estación Quequén e Independiente de Lobería, con el triunfo del rojo.

Todo era felicidad entre los simpatizantes loberenses que abandonaban el «Carlos Cuomo», hasta que desde la Avenida Benedicto Campos, comenzaron a acercarse de a pie varios hinchas de Estación Quequén, insultando y arrojando piedras hacia la gente de Independiente.

Desde el otro lado, algunos jóvenes respondieron a las agresiones, también lanzando proyectiles. Allí avanzaron los simpatizantes del equipo local y comenzaron a lanzar piedras sobre los autos de la gente de Lobería, que desesperada trataba de alejarse del lugar. Vale decir que el lugar estaba plagado de niños, ya que en la cancha se había vivido un ambiente muy familiar.

Importante corte. El que sufrió un simpatizante de Independiente en el cuero cabelludo. Necesitó de tres puntos de sutura.

Lo llamativo en ese momento, fue la ausencia total de efectivos policiales, siendo el propio presidente de la Liga, Luis Tettamanti, el que trató de evitar las agresiones, en principio alertando a la gente de Lobería que saliera hacia la calle 574 y luego pidiendo a los exaltados hinchas del verde que no arrojaran proyectiles.

Vale decir que, todavía en el interior del estadio, dirigentes de Estación Quequén y los jugadores del equipo de Lobería pedían desesperadamente a los efectivos policiales que intervinieran, ya que veían como sus propios familiares y amigos estaban siendo agredidos.

Como resultado del altercado, quedó un hombre loberense herido, con un importante corte en el cuero cabelludo, siendo necesario recibir tres puntos de sutura. Además, una camioneta sufrió importantes daños, al igual que numerosos autos de hinchas del rojo.

Importantes daños. Los que sufrieron diversos vehículos.

Cuando una gran parte de la gente loberense había podido «escapar» de la pedrada, los efectivos policiales intervinieron, lanzando algunos balazos de goma, que lograron dispersar a los violentos hinchas que lanzaban piedras.

Pero más allá de la tardanza en intervenir en la situación, vale preguntarse por qué, la seguridad permitió que ambas hinchadas salieran simultáneamente, cuando se sabe que siempre sale primero la parcialidad visitante, y una vez que esta abandonó el estadio y sus alrededores, recién se permite la salida de los locales.

Lamentablemente, esta vez podemos afirmar que fracasó rotundamente el operativo policial.