El Club Progresista había convocado para el 27 de noviembre a las 20,30 a su asamblea anual de renovación de autoridades y, ante la ausencia del número de asistentes necesario, pasado el tiempo estipulado, se resolvió convocar para el lunes, por lo que estaba prevista su realización al cierre de nuestra edición.
Causa tristeza el poco compromiso de los adultos que concurren a sus instalaciones, como así también a los padres de los niños.
El natatorio funciona gracias a una comisión que trabaja y administra los fondos que se recaudan y mantienen en orden y cuidado la pileta, vestuarios y demás instalaciones.
Es necesario que valoremos el esfuerzo que demandó tener un natatorio de estas características. Somos privilegiados y no nos damos cuenta. No hay en las cercanías, un lugar que se asemeje. Cualquier persona que llega, se queda maravillado de que en un pueblo tan chico exista un complejo con la infraetructura moderna y ecológica como la del Club Progresista.
Es muy gratificante cuando nuestros jóvenes nos representan en competencias y llevan la bandera con el nombre de La Dulce a cualquier rincón de la provincia o del país. Ni hablar cuando vuelven con algún trofeo. Nos llenan de orgullo. Pero detrás de ese joven que se esfuerza y practica y nos representa, hay una comisión que hace lo mismo, en silencio y desinteresadamente para que eso pueda ocurrir.
Días pasados, se realizó una muestra con las actividades de todo el año, donde las familias disfrutaron del lugar y de ver los logros de sus hijos o nietos.
Comisión indispensable
Hoy ninguno de esos padres o abuelos estuvieron presentes para conformar la comisión. De no conformarse, el Club debe cerrar sus puertas. No hay manera de que funcione sin una comisión detrás. Hay diez puestos de trabajo en peligro y toda una infraestructura por la que se trabajó y luchó durante años, que puede dejar de funcionar.
No es un sacrificio pertenecer a una comisión. Es brindar un poco de tiempo y dedicación a un lugar donde nuestros hijos se forman, recrean o practican un deporte. Valoremos y cuidemos lo que supimos conseguir.