Una semana ha pasado de la presentación de las listas que competirán en las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) del 13 de agosto, y a casi un mes y medio de dichas elecciones, todavía no se nota demasiada efervescencia en la comunidad, como suele ocurrir en años electorales.
Seguramente en esto influya la actual situación económica del país, que hace que la gente esté más pensando en su día a día que en los comicios. De todas maneras, teniendo en cuenta que este año serán elecciones ejecutivas, sin dudas que la expectativa irá creciendo a medida que se acerque la fecha.
En Lobería, se dará la particularidad que el actual intendente no irá por la reelección, algo que sólo sucedió dos veces desde el regreso de la Democracia hace 40 años; en 1995 y en 2003, cuando los entonces jefes comunales “Pepe” Fioramonti y Ricardo Jano respectivamente, fueron candidatos a diputado.
Esto abre una expectativa mayor en la oposición, que ve una oportunidad ante la “salida” del líder del oficialismo.
El radicalismo logró evitar la competencia interna en las PASO, adelantándose a la misma con una elección en la que participaron sólo los afiliados y en la que fue elegido como precandidato Pablo Barrena. La UCR cerró filas, sumando a la lista como precandidato a concejal a Jorge Mauad, quien fue el adversario del secretario de Gobierno en aquella elección.
Enfrente tendrá al Pro, que presentará una lista encabezada con Valeria Reguilón. Sin ánimo de hacer futurología, pero teniendo en cuenta la fortaleza de la UCR a nivel local y las estadísticas y tendencias de las PASO anteriores de Juntos por el Cambio, todo hace imaginar un cómodo triunfo de Barrena.
En cuanto al peronismo, la decisión de bajar su candidatura del intendente Fioramonti, pareció revitalizarlo y como resultado inmediato de ello, fue la concreción de una lista de unidad, como hacía 10 años no lograba.
Los tres sectores mayoritarios dentro del PJ, liderados por Juan Pablo Cappelli, Julio Sarragoicochea y Carlos Rodríguez, lograron acordar y el primero de ellos será el único precandidato, evitando la división de votos e incrementando sus posibilidades pensando en las elecciones de octubre.
Gargaglione frente a un escenario inédito
En San Cayetano habrá un escenario “inédito” respecto de las elecciones anteriores, de 2007 para acá. Es que Miguel Gargaglione ha ganado cuatro comicios consecutivos, con amplísimo margen y ahora va por un nuevo período. La particularidad es que en esta ocasión tendrá competencia interna, con un sector surgido desde varios ex funcionarios suyos, entre ellos Juan Ignacio Marlats y Matías Pécker, que además tuvieron roles muy importantes en la gestión del actual jefe comunal. El candidato de este sector es Martín Hauri, quien ganó las elecciones legislativas en 2021 y se impuso en las internas partidarias del año pasado, aunque es indiscutible que las PASO son diferentes, ya que participa toda la comunidad y allí Gargaglione se siente poco menos que invencible.
La mayor atención estará puesta en la interna del oficialismo, pero en silencio, el peronismo buscará aprovechar esta división del radicalismo y volver a aparecer en escena, con la figura del actual concejal Martín Stornini.
La otra particularidad será la presencia de una cuarta lista, encabezada por Diego Ogallar, por el Partido de Javier Milei, que es toda una incógnita el acompañamiento y la incidencia que pueda tener sobre los resultados finales.
Necochea con 13 listas
En Necochea es mucho más difícil imaginar lo que pueda llegar a suceder, ya que al ser un distrito mucho más grande que los anteriores, son muchos más los votantes y también es mayor la cantidad de listas.
Con 13 precandidatos a intendente hay que ser muy atrevido para arriesgar un posible ganador. Lo cierto es que el intendente Arturo Rojas, vuelve a apostar por ir en solitario, con el Partido Nueva Necochea, sin el respaldo de candidatos provinciales y nacionales, con sus pro y sus contras, ya que esto no le genera “arrastre” ni a favor ni en contra.
Por su parte, los dos partidos mayoritarios de la oposición (Juntos por el Cambio y Unión por la Patria) no lograron acuerdos y tendrán 4 y 3 listas respectivamente, lo que los llevará a tener que ser muy cuidadosos en sus discursos de campaña para no dejar “heridos” que post PASO generen una dispersión de votos, como ha sucedido en anteriores elecciones.
Martín Migueles, Damián Unibaso, Eugenia Ballota y Maximiliano Delfino buscarán el triunfo en Juntos por el Cambio, mientras que Marcelo Rivero, Mauro Velázquez y el “Yanqui” López son los precandidatos de Unión por la Patria.
El voto opositor tendrá además diversas opciones, como Juan Pedro Arabarco por la Agrupación Comunal Transformadora; Pablo Nosek por La Libertad Avanza; Martín Salcedo por Hacemos por Nuestro País; y Luciana Nogueira y Silvana Andrada, que competirán en las PASO para transformarse en la candidata del Frente de Izquierda Unidad.
Reino va por una nueva reelección en Balcarce
En lo que respecta a Balcarce, el intendente radical Esteban Reino buscará una nueva reelección y para ello deberá ganar las PASO, donde lo enfrentará Mariano Mare por el Pro. El actual jefe comunal cuenta con una muy buena imagen personal y de su gestión, además del respaldo de triunfos muy holgados en las elecciones anteriores, tanto ejecutivas como legislativas, por lo que todo parece estar encaminado para que se imponga con tranquilidad en las Primarias.
Por su parte, el peronismo enfrenta una fuerte interna que lo aleja cada vez más de la posibilidad de volver al gobierno en Balcarce. Sol Di Gerónimo, Facundo Rey y Cristina Carrasco serán los precandidatos de Unión por la Patria, donde la primera parece ser la que cuenta con mayores posibilidades de obtener el triunfo. Más allá de lo que suceda en las PASO, el justicialismo deberá buscar cerrar filas pensando en octubre, si quiere al menos recuperar algún concejal.
La lista de precandidatos se cerrará con Jorge Colella, de La Libertad Avanza, y José Martínez Temundegui, del Frente Patriota Federal, que buscarán superar el piso que les permita participar en las Generales.
A diario dialogamos con vecinos o los vemos manifestando opiniones políticas en las redes sociales. Nos parece que esta es la oportunidad de expresarse verdaderamente, premiando o castigando, según nuestro análisis, a los gobernantes con nuestro voto. Pero nuestro sufragio debe ser meditado responsablemente y para ello, es importante que los ciudadanos que no participamos en las listas, no seamos indiferentes, escuchemos a los candidatos y evaluemos sus propuestas. Es la gran oportunidad que nos da la democracia de ser protagonistas de nuestro propio futuro. No la desaprovechemos.
Carlos Laboranti, director ejecutivo