Néstor “Nene” Goméz forma parte de la historia de Necochea, del billar local, nacional y mundial. Cuando era pequeño, su padre lo llevó al Club Rivadavia para ver jugar este deporte. Aquel niño, miraba atento el juego y poco a poco fue entendiendo de qué se trataba. Pasó el tiempo y aquel pequeño se convirtió en el mejor jugador del mundo. Dieciocho veces fue campeón argentino y conformó en nuestro país inolvidables duplas junto a Ricardo Fantasía, Hugo Prieto y Ricardo Diéguez.
En el año 1979, participó del mundial en Italia y allí lo descubrieron. “En un comienzo, viajaba a Italia y volvía a Necochea porque no tenía un permiso para vivir allá. En Necochea tenía negocios y me iba bien, pero un día mi vida cambió para siempre. Una mañana me encontraba trabajando en uno de los negocios, cuando de repente veo que un taxi de Buenos Aires estaba tocando bocina en la puerta. Salí a ver quién era y resultaron ser los italianos que venían a buscarme para que me fuera a vivir a Italia y jugara profesionalmente al billar”. Nene Goméz es hijo de padres europeos y su deseo por vivir en Europa y un contrato que le permitiría vivir bien de este juego, lo llevaron a radicarse a Italia.
“Vivir del billar no es algo común. Italia me dió esa posibilidad y estoy agradecido por esa oportunidad. Primero estuve seis años en Torino y ahí conocí a mi esposa. Ella es de Necochea y casualmente estaba de paseo en ese lugar. Cuando nos casamos decidimos irnos a vivir a Nápoles”, recuerda Gómez.
La semana pasada se realizó un nuevo mundial de billar en Necochea y el mismo llevó su nombre en honor a su trayectoria. Allí participaron jugadores de todo el mundo, muchos de ellos fueron alumnos de Nene Goméz. “He tenido la suerte de transmitir lo que aprendí a muchos jugadores de diferentes partes del mundo. Enseñar no es una tarea fácil. Cuando era chico criticaba a mis maestras porque no me enseñaban bien y cuando comencé a enseñar me dí cuenta de lo complejo y difícil que era”, reflexiona.
El billar le ha dado muchas satisfacciones y una de las más importantes es que Camilo, su hijo menor, sigue sus pasos de cerca. Padre e hijo han ganado campeonatos juntos. “Jugar junto a Camilo y ganar, ha sido una de los momentos más emocionantes de mi vida”.
A lo largo de su extensa trayectoria, Néstor creó un juego especial y único. Supo ensamblar lo mejor de Europa con lo mejor de Sudamérica. Esa conjunción lo llevó a ser el mejor del mundo. “Llevé a Europa el billar más lindo de Latinoamérica”.
Camilo Gómez, hijo mayor de Nestor, tiene 26 años y ya forma parte de los 16 mejores jugadores del mundo. “Desde chico iba a ver el billar y me gustaba mucho. Cuando terminé el colegio comencé a jugar profesionalmente. Recuerdo que mi papá me dijo que íbamos a probar durante tres años para ver si realmente me gustaba y podía dedicar mi vida a esto. Este año logré algo que nadie se esperaba, estar entre los 16 mejores jugadores del mundo y ser el más joven”, asegura Camilo.
El joven jugador participó por primera vez en un mundial en nuestra ciudad. “Es realmente muy hermoso estar acá. Necochea para mí es mi casa, aquí tenemos mucha familia y los lazos son muy fuertes”. Su padre fue su gran maestro y acompañante. “Crecí con mi propio juego, él es el Maradona del billar y yo no seré él, no me pesa la presión de ser el hijo del mejor jugador, todo lo contrario. El regalo que más grande tuvimos fue ganar juntos un campeonato”. El billar es estrategia, es física, es matemática, es un juego metal, pero sobre todas las cosa, es una pasión. “Si te engancha, no lo dejas más, es muy apasionante. Es un deporte para toda la vida”, concluye Camilo.
Por Andrea Molina