Historia particular la de Araceli Rotela, quien es una de las grandes promesas del atletismo de nuestro país.
Junto a su madre Mercedes y su hermana, la joven llegó hace unos años a Necochea, proveniente de Paraguay, quien cursa sus estudios en la Escuela Especial Nº 502.
Hace 3 años, el entrenador nacional Ariel González la detectó e inmediatamente trató de acercarla al atletismo, para lo que fue fundamental el aporte de la inspectora Cecilia Corbellini, la profesora Claudia Pallares, los directivos de la escuela de aquel entonces y el director de Deportes Adrian Buño.
Araceli comenzó a entrena en Lobería y a concentrar con el equipo nacional de la FADEPAC.
Todo fue novedoso para ella, quien rápidamente se adaptó y al día de hoy viaja de manera independiente, entrena y pasa parte de su vida con el resto de los compañeros de selección que conviven con ella en Lobería.
Tiempo atrás, en Entre Ríos, logró dos subcampeonatos nacionales en 100 y 200 metros, y gracias al esfuerzo y trabajo de su mamá, el equipo técnico conducido por Ariel González y las gestiones de la doctora Lucía Jano, que le tramitaron su ciudadanía, Araceli se transformó hoy en una atleta argentina.
La joven es considerada por el profesor González como atleta de proyección paralímpica, y a decir del propio “Pilín”, “es un ejemplo, entrena todos los días y tiene un enorme compromiso por el deporte”.