Las problemáticas asociadas al uso de motocicletas en diversas ciudades, tanto grandes como pequeñas, han generado un fuerte debate en las últimas semanas. En lugares como Necochea, Tandil y Balcarce, así como en localidades más pequeñas como Lobería y San Cayetano, el tránsito ha sido un desafío persistente, evidenciado por los múltiples choques diarios que reflejamos permanentemente en nuestras páginas.
Sin embargo, el reciente aumento de incidentes relacionados con las motos ha resaltado la urgencia de abordar esta cuestión. Los problemas con las motocicletas incluyen ruidos molestos provocados por el uso de escapes no permitidos, maniobras peligrosas al sobrepasar vehículos por lugares indebidos, la realización de “willy” y la falta del uso de casco.
La llegada del clima cálido y las noches veraniegas ha exacerbado la situación, con un incremento en las quejas por ruidos fuertes en la madrugada que dificultan el descanso de los vecinos.A pesar de los esfuerzos de los municipios para controlar esta problemática mediante numerosos operativos de tránsito, los motociclistas suelen evadir estos controles con maniobras peligrosas que no solo ponen en riesgo su integridad física, sino también la de terceros. Un caso reciente en Lobería, donde un policía y un infractor resultaron heridos, ilustra la gravedad de la situación.
Es importante destacar que las infracciones son cometidas por una minoría de motociclistas, pero estas acciones afectan la percepción de la totalidad, generando una generalización injusta. Además de las medidas punitivas como las multas y el secuestro de motos, es crucial fomentar la conciencia sobre la importancia de respetar al prójimo.
Los motociclistas deben utilizar escapes reglamentarios para evitar ruidos molestos, respetar los horarios y las reglas de tránsito, usar casco y asegurarse de tener la patente y el seguro al día. Y deben tener en cuenta que esto no sólo les permitirá convivir amigablemente con el resto de la sociedad, sino que les asegurará un andar seguro en sus motovehículos.
Sólo a través de un esfuerzo conjunto y responsable podremos aspirar a un tránsito más seguro y armonioso, preservando la tranquilidad y el bienestar de nuestras comunidades.
Carlos Laboranti, director ejecutivo