Para conocer acerca de la situación del sector agropecuario, las expectativas que genera la próxima cosecha y la opinión sobre las políticas del gobierno, Sendero Regional dialogó con el ingeniero agrónomo Luciano Aguirre, uno de los titulares de Feria Ganaderos de San Manuel SCA.
-¿Qué expectativas hay en cuanto a los rindes para esta cosecha? ¿Cómo ha sido el comportamiento del clima y qué se necesitaría en las próximas semanas?
«Los cultivos de fina se encuentran en buen estado, sanitariamente muy bien, por lo que se esperan rindes promedios o por encima, pero hay que tener en cuenta que falta el mes más importante. Las cebadas necesitarían 50 milímetros más y los trigo quizás 100 milímetros para redondear una buena cosecha.
El invierno estuvo seco pero coincidió con el momento de menor demanda hídrica de los cultivos, así que no incidió. En cuanto a heladas el número fue abultado, pero los cultivos respondieron bien. Hubo una tardía a principio de noviembre que puede haber afectado en algún lote puntual en los bajos de cebada o trigo, pero significativamente en área no ha habido grandes daños».
-El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires firmó un convenio que permitirá que los productores bonaerenses puedan realizar análisis de calidad de trigo en forma gratuita. ¿Qué importancia tiene esto para el productor de esta zona?
«Me parece interesante todo lo que sume a diferencial el trigo por calidad y así defender el trigo argentino, que siempre fue muy buscado por otros países. De todos modos vamos a una campaña con mucho trigo grado 3, dado que los últimos años el puerto estuvo competitivo y no hubo grandes diferencias con molinería, y también empujado porque al momento de la siembra los márgenes necesitaban 4.200 kilos de trigo para equiparar costos, y la manera más probable de alcanzarlos es con variedades francesas».
-¿Cómo calificas la situación actual del sector agropecuario?
«Creo que el productor depende mucho de la zona donde este su campo. En aquellas zonas donde la gruesa pasada fue mala, está más justo y endeudado que en zonas donde fue buena la cosecha. Dentro del sudeste fue muy despareja la gruesa, incluso dentro del mismo partido los rindes de soja variaron de 1.000 a 2.700 kilos, lo cual generó que hubo productores que no tuvieron que endeudarse para esta fina y muchos que sí. La suba de precios internacionales los últimos dos meses en los granos, ha mejorado la situación.
En cuanto a ganadería, los números están más justos debido a la suba de arrendamientos y a los costos de los alimentos».
-¿Qué visión tenes de la política que está llevando adelante el gobierno para el sector? ¿Las medidas anunciadas tiempo atrás crees que fueron positivas?
«En un principio pareció que el camino era la suba de retenciones, pero a través del diálogo se entendió y acordó bajar en algún cultivo como girasol, que fue beneficioso, y entender que el campo es un motor importante en la generación de divisas y en zonas rurales para las fuentes laborales, con lo cual el camino es darle herramientas para que el campo produzca, y cuanto más produce, más divisas genera para el país y más impuestos se recaudan y eso indirectamente debería bajar la pobreza que es lo que todos los argentinos queremos. Debemos entender que Argentina tiene un papel y una responsabilidad muy importante en la producción de alimento, en un mundo que crece 85 millones de personas por año, o sea el tamaño de 2 Argentina por año, y la superficie que disponemos para producir es la misma».
-¿Qué tan grande es la presión impositiva que tienen los productores?
«Si uno compara con productores de otros países, la presión es alta, pero así también lo es en otros sectores de la producción. Entiendo que en la situación actual del país, si realmente esa presión sirve para que la crisis del país no sea tan profunda, es aceptable. Lo que tenemos que comprender que si esa presión te lleva a producir menos, automáticamente generas menos producción y terminas aportando menos. La soja de segunda en nuestra zona es un ejemplo; con valores inferiores a 240 dólares es inviable, con lo cual cuando llega a esos pisos por la carga impositiva, sería interesante no perforar ese piso, para que el productor la siembre, paga retenciones, genera servicio de flete, cosecha, siembra y todos salen beneficiados. Lo mismo con el trigo debajo de 170 dólares, el productor deja de aplicar tecnología, se produce menos rinde y termina aportando menos impuestos fletes y demás».
-¿Cuál sería una medida que impactara positivamente en la situación del campo?
«Más que nada, a nivel país, entiendo que poder darle valor agregado a la producción primaria y así generar mano de obra».