Claro que querían ser campeones mundiales, para eso se prepararon durante años, con eso soñaron cada noche, pero los “Halcones” no necesitaron levantar la copa para ser considerados ganadores, porque ellos ganaron mucho antes.
Ganaron cuando demostraron ser un verdadero equipo, ganaron cuando nos demostraron que no hay imposibles, ganaron cuando lucharon como leones para conseguir concretar ese viaje que en algún momento pareció imposible, ganaron cuando entrenaron con frío, con calor, bajo la lluvia o un intenso sol, aún sin saber si podrían estar en el Mundial.
Por eso los “Halcones”, desde su entrenador y líder absoluto, Gustavo Caik, su cuerpo técnico y cada uno de los integrantes del plantel, aún aquellos que formaron parte del proceso y no pudieron formar parte de la lista que fue al Mundial, son sin dudas verdaderos “campeones”.
Brillante actuación
El equipo argentino tuvo una participación notable en la Copa del Mundo de Suecia, ganando los tres partidos de su grupo; 4 a 2 a Francia, 7 a 0 a Suecia y 8 a 0 a Alemania.
En semifinales, en un partidazo, Argentina igualó 1 a 1 con Polonia y en tiempo suplementario, terminó 2 a 2. En la definición por tiros desde el punto del penal, el equipo nacional se impuso por 6 a 4, logrando el pase a la final, en la que cayó por 2 a 0 ante Arabia Saudita, que de esta manera ganó su cuarto mundial consecutivo.
Felicitaciones “Halcones”, volaron bien alto.
