Enrique Ernesto Febbraro, un odontólogo, psicólogo, escritor, profesor y músico argentino, fue a quien se le ocurrió instalar un día para celebrar la amistad, allá por 1972, y creyó que el 20 de julio era la fecha señalada, ya que el alunizaje del Apolo XI y los astronautas caminando sobre suelo lunar, eran un gesto de amistad desde la humanidad hacía el universo. Por tal motivo, mandó mil postales a todas partes del mundo.
A partir de allí, cada 20 de julio en Argentina, celebramos el Día del Amigo, fecha que no pasa desapercibida en ningún punto del territorio nacional. Es que si bien para algunos no deja de ser un “día más” o una “fecha comercial”, se trata de una excelente excusa para armar un buen plan, disfrutar de pasar un buen momento y expresarle a ese amigo lo importante que es en tu vida.
Es que más allá de las distintas maneras de ser y expresarse de cada uno, en general, los argentinos solemos ser muy demostrativos, afectuosos, intensos y hacemos un culto a la amistad, la cual es un componente fundamental en la vida que, además, favorece la salud mental de las personas. Se trata, sin duda, de una de las relaciones afectivas más significativas que se puede llegar a tener, la cual se basa en la confianza, la lealtad, la simpatía y el respeto recíproco.
Las amistades son importantes en todas las etapas de la vida, desde la infancia hasta la ancianidad.
Los niños comienzan a forjar amistades en la guardería, el jardín de infantes, en encuentros sociales o deportivos, lo que les permite a partir de compartir juegos, juguetes y experiencias, empezar a entender los fundamentos de este vínculo esencial.
En la adolescencia, etapa que suele ser complicada, con cambios hormonales y en la que surgen las primeras relaciones amorosas, adquiere una gran relevancia contar con amigos que sirvan de apoyo. Es en esta etapa donde suelen forjarse amistades que duran toda la vida, aunque vale decirlo, una persona no deja nunca de construir nuevas relaciones.
Con la aparición de las redes sociales, resulta más sencillo mantener el contacto y una relación cercana con aquellos amigos que la vida llevó lejos, aunque también es verdad que las nuevas tecnologías pueden interferir en el desarrollo de amistades saludables y duraderas.
Los amigos son muchas veces los primeros en enterarse de lo bueno que nos ha sucedido, de la misma manera en que estarán incondicionalmente en los malos momentos. Muchas veces confiarle a un amigo aquella información íntima y privada que deseas compartir con el, contribuye a un alivio del estrés. Sentirse escuchado, comprendido y querido suele ser un buen calmante para el dolor emocional. De modo inverso, sentir que el otro confía en uno y comparte contigo sus intimidades, preocupaciones, logros u emociones, te hacer sentir valorado y también querido.
Por todo esto es que los amigos forman una parte esencial en nuestro día a día. Hoy, a pocos días de haberse festejado un nuevo Día del Amigo, quiero saludar a mis amistades personales y, como director de Sendero Regional, a cada uno de nuestros lectores, colaboradores y auspiciantes, con quienes a lo largo de los años hemos sabido forjar una relación de confianza y afecto que la hace sentir muy cercana y parecida a lo que describimos como amistad.
¡Felicidades amigos!
Carlos Laboranti, director ejecutivo.