En una noche espléndida, sumamente cálida y ante una multitud, Lobería terminó de festejar sus 134 años.
Tras la noche folklórica, ayer se abrió el escenario con la banda municipal dirigida por Juan Martín Otegui Otamendi, que tras varias interpretaciones invitó a los integrantes del taller de violín de Rosaura Peirano, conformando una orquesta que se ganó la ovación del público. En el cierre de su presentación, con Manuela Elizalde como invitada, hasta tocaron algunos temas para que la gente baile.
Luego fue el momento de RIF (Ringo, Iñaki y Fermín), un trío de rock que supieron ganarse al público desde el mismo momento en que subió al escenario.
Luego, «Manu» Elizalde volvió al escenario para cantar una selección de cumbias, lo que sirvió de prólogo al cierre de Cumbia Grande, una banda con 22 músicos en escena que brindó un concierto que llevó imaginariamente a la gente hacia el caribe colombiano, con cumbias, porros y gaitas, para que todos terminen bailando.
Como si lo sucedido no alcanzara, al apagarse las luces del escenario, el público se trasladó al patio gastronómico, donde siguió el baile de la mano de La Rutera hasta las 2 de la mañana.