Tras la inauguración de la Sala Comunitaria de Elaboración de Alimentos, Sendero Regional fue recibido por el director de Desarrollo Local, Leandro Storti, quien contó cómo se forjó este proyecto que hoy ya es una realidad y los objetivos que se han fijado.
-¿Qué ha significado para vos la concreción de la obra de la Sala Comunitaria de Elaboración de Alimentos?
“Fue un trabajo de más de dos años. Las primeras ideas fueron en 2017 y en 2018 se empezó a bosquejar el proyecto, cuando todavía estaba Alejandro (Santamaría). A fines de 2019, cuando yo asumí, se tomó la decisión de encarar en firme la sala, de tomar posesión del lugar, que era del municipio y en su momento se había cedido a la Sociedad Sirio Árabe y cuando esta desapareció, era usado por los Bomberos. Es un lugar en un punto céntrico, está bastante a mano para poder desarrollar este tipo de actividad y se decidió encarar la obra, que se hizo por administración. Es una obra que se pudo concretar a través de una decisión política fuerte del intendente. Creemos que es madre de proyecto, porque va a acunar emprendedores y va a permitir expandir o hacer crecer emprendimientos alrededor de esto. Pensamos que esta sala escuela, como nos gusta decir a nosotros, tiene que servir para consolidar emprendimientos en marcha, hacer crecer a otros y despertar o ayudar a perfeccionar emprendimientos que no necesariamente tienen que estar en la sala sino que pueden estar asociados a lo que ahí se haga, a lo que ahí se enseñe y a nuevas ideas que pueden ir asociadas a esta sala. Poníamos el ejemplo la huerta comunitaria, donde ya hemos hecho alguna experiencia de fraccionado de verduras, pero ya hacerlo en un lugar con las condiciones sanitarias adecuadas y con los procesos certificados de manera tal de poder llegar después a la marca y a la certificación de los productos”.
-Este sala es una apuesta a los pequeños emprendimientos…
“Sí, aunque no hay que descartar a las grandes empresas. Creo que Lobería tiene potencialidad en ese aspecto y tenemos que estar preparados con infraestructura adecuada para poder recibir inversiones más grandes, pero también tener posibilidades de que las Pymes locales se desarrollen. Yo pongo un ejemplo de algo que no lo hemos dado mucho a difusión porque se está consolidando, pero hay 24 chicas trabajando en El Pampero en una planta de procesado de papas. No es McKain, pero es un productor papero que invirtió donde era lo de Azambullo y tomó 24 personas que están haciendo procesado de papa. Lo que nosotros necesitamos tener como distrito es la posibilidad de tener entoscado, red eléctrica y conectividad, esa es la infraestructura básica sobre las que debemos hacer gestiones como municipio. Y a nivel local, tanto en Lobería como en San Manuel, debemos potenciar a los pequeños emprendimientos con inversión pública municipal. Por eso me gusta hablar del efecto multiplicador de la inversión pública, es decir buscar que cada peso que invertís a nivel municipal, genere riqueza y derive en hacer crecer emprendimientos, eso es clave en todos los niveles, nacional, provincial y local. Es el debate que tendría que darse en cuanto a seriedad política, analizando cual es la inversión pública que potencia emprendimientos, que a su vez formalizan gente, hace que paguen más impuestos, que genere riqueza o valor agregado a la materia prima”
-¿Cómo se hace para evitar que no haya una desigualdad en el competencia entre el emprendedor que está en la Sala y el que trabaja por fuera de ella?
“El municipio invierte, genera las condiciones para que se desarrollen emprendedores pero no subsidia el consumo o el gasto de la sala, porque sino generamos competencia desleal. Lo que se va a armar es una transición de manera tal que al cabo de 6 meses, cuando se evalúe cual es el gasto operativo de la sala, se pueda prorratear de acuerdo a las horas que la use cada emprendedor. Después habrá que ver cuánto se gasta de electricidad, cuánto de gas, cuánto sale el mantenimiento de la sala y se le pondrá un valor a la hora de uso de la sala, por eso en la ordenanza es claro que se establece el servicio de Sala de Elaboración de Alimentos, es un servicio que presta el municipio que los emprendedores al usarlo, tendrán que pagarlo, como si fuera otro servicio público municipal”.
-Mencionaste en tu discurso en la inauguración que no querías que se midiera el éxito de la misma por la cantidad de “frascos” que se produzcan sino por la cantidad de emprendedores que trabajarán en ella…
“En realidad creo que las dos cosas son importantes, la cantidad de frascos o alimentos que se produzcan, pero aparte la cantidad de emprendedores que puedan circular por la sala, entonces aquellos emprendimientos que crecieron y tomaron un volumen tal que se consoliden y se puedan independizar, le dejen lugar a otros. Entras a la sala y se evolucionas tendrás de la posibilidad de ir a un emprendimiento más grande y dejarle el lugar a un nuevo emprendedor. Entonces, las dos cosas son importantes, que los emprendedores produzcan en la sala pero que a su vez se vayan generando emprendimientos alrededor de la sala, que puedan evolucionar y dejar lugar a otros”.
-¿Los emprendedores que ingresen a la sala serán evaluados?
“Periódicamente se van a evaluar los proyectos de cada uno, aunque se les va a garantizar un mínimo de tiempo. Además, una cosa interesante que vimos en Ayacucho, son los turnos flotantes. Por ejemplo alguien tiene una producción de frutales y necesita usar la sala 5 o 10 días al año para poder procesar y hacer frascos de dulces. Ese productor hará el pedido y podrá usar la sala durante ese período de tiempo, sin necesidad de estar estable y se lleva su producto elaborado. Me parece que eso es interesante, porque le da una dinámica distinta”
-¿De qué manera se ayudará a los emprendedores para poder expandirse y llegar por ejemplo a la región?
“En principio, la sala la habilitamos con Bomberos, hicimos todos los trámites como si fuese un comercio privado. La sala si bien es municipal, cumple y tiene todas las condiciones que pide Bomberos. Con eso vamos a sacar el Registro Nacional de Establecimientos, que es un aval que da SENASA y las autoridades sanitarias, con el que los emprendedores que están ahí pueden sacar el Registro Nacional de Productos Alimenticios. Con eso ya pueden tener un sello para comercializar fuera del partido de Lobería, pueden llevar sus productos hasta las góndolas de los supermercados locales o de afuera. En eso, María Paz Arrech va a estar encargada de asesorar, de hacer los trámites con Provincia, para acompañar a los emprendedores para que tengan sus productos homologados como corresponde”.
-¿Entre los emprendedores que comenzarán trabajando hay diversidad de rubros?
“Sí, si, hay de mermeladas, dulces, algunos panificados, hay un proyecto interesante de procesado de verduras, de hamburguesas veganas que yo creo que eso tiene futuro, es algo que tiene salida, hemos hablado con fábricas a nivel nacional y es algo que se viene cada vez más y también hay de conservas ácidas. Hay dos casos de emprendedores que siempre han estado en la feria, con más experiencia, y hay otros que lo hacen a nivel casero y quieren formalizar su producción. Creemos que va a haber un mix interesante entre gente de experiencia y gente nueva”.