Persiste el mito de que en unas pocas semanas de entrenamiento, las mujeres comenzaran a verse con unos músculos enormes y por ello muchas de ellas evitan el hacer pesas.
Una mujer que va al gimnasio a utilizar la bicicleta o la cinta y que solamente está dispuesta a utilizar una mancuerna para entrenar las piernas y los glúteos, no debe ser tomada como el mejor ejemplo a seguir por otras chicas.
Este miedo a trabajar los brazos, el abdomen o la espalda se basa en la falsa creencia de que una mujer que levanta pesas desarrollará las cualidades de los hombres a nivel fisiológico: un cuerpo grueso y musculoso, más alto y con vello, una mujer produce 10 veces menos testosterona que el hombre, que viene a ser la hormona que se encarga de potenciar los resultados que un hombre alcanza luego de meses y meses de arduo entrenamiento.
¿Qué quiere decir esto? que a pesar de hacer cantidades impensables de ejercicios de pesas, una mujer jamás podrá alcanzar tales proporciones de masa muscular, a menos claro, que utilice una suplementación a partir de esteroides anabólicos androgénicos. Los niveles de testosterona endógenos y las hormonas de crecimiento se producen a un nivel mucho mayor
La respuesta hormonal responde de mejor forma al entrenamiento de pesas.
Existe una predisposición genética a desarrollar masa muscular en mayor cantidad. Una rutina para mujeres se basa más en la definición que en el crecimiento de la masa muscular. Para que esto pueda ser posible, se prefiere trabajar con más repeticiones, disminuyendo el peso, a diferencia de los hombres que optan por trabajar con repeticiones reducidas (entre 6 y 10 por serie), pero con pesos que rondan al 80% de la capacidad total de levantamiento. Una rutina para mujeres se basa más en la definición que en el crecimiento de la masa muscular. Para que esto pueda ser posible, se prefiere trabajar con más repeticiones, disminuyendo el peso, a diferencia de los hombres que optan por trabajar con repeticiones reducidas (entre 6 y 10 por serie), pero con pesos que rondan al 80% de la capacidad total de levantamiento.
Eliminar la grasa localizada es un concepto que suele interpretarse, no sólo por mujeres, también por hombres, aunque esto en menos medida. Cuando se habla estrictamente acerca de quemar grasa en una parte precisa del cuerpo, no hay que entenderlo que existen ciertos ejercicios que por arte de magia nos ayudarán a deshacernos de la grasa acumulada. La grasa debe ser eliminada progresivamente y conforme se vaya realizando una buen rutina de ejercicios y la ingesta calórica diaria, disminuya, el cuerpo irá oxidando las grasas sobrantes hasta que así lo decidas. Esto también significa que las cremas, las fajas u otros productos raros que suelen anunciarse en los programas de televisión de la madrugada, no tendrán efecto alguno a pesar de sus elevados costos.
Recuerda que cualquier entrenamiento debe ser complementado por otros factores que te ayudarán en el proceso de transformación: Entrenamiento cardiovascular, dieta, descanso.
Por Aldana Molina – Personal Trainer