La siembra de girasol podría crecer casi un 40% interanual y superar las 1,5 millones de hectáreas

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Son proyecciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Además, la siembra sería casi un 12% más que la registrada en los últimos cinco años. La cuestión climática y económica, principales ejes para el productor al momento de la toma de decisiones

El área de siembra de girasol alcanzaría las 1,8 millones de hectáreas en la campaña 2021/2022, con la incorporación de casi medio millón de hectáreas y registraría un incremento previsto del 38,5% respecto al ciclo anterior, que estuvo atravesado por la sequía. Además, la siembra sería casi un 12% más que la registrada en los últimos cinco años. Así lo reflejó un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

En el orden doméstico, el girasol se paga a razón de unos 33.600 pesos por tonelada en el Puerto San Martín, cifra que aún supera los valores máximos registrados para esta época del año y los márgenes continúan por encima de los obtenidos en la campaña previa. En el mercado internacional, en la campaña oleaginosa 2021-22 hubo un freno a la tendencia alcista que exhibieron los precios del girasol hasta mayo pasado.

De todas maneras, los especialistas admiten que la motivación a la siembra moviliza al productor oleaginoso local: allí la siembra de girasol comenzó en la primera semana de junio, y los trabajos de cobertura podrían extenderse hasta agosto en el noroeste argentino, y noviembre para el sur del área agrícola.

“El escenario refleja una tendencia positiva en términos de área a implantar, traccionada por la necesidad de recuperar las hectáreas resignadas por déficit hídrico durante el ciclo previo, perspectivas climáticas que anuncian año neutral a seco. También persisten los resultados positivos obtenidos durante la campaña pasada y una relación de precios que continúa siendo favorable pese a la baja de la cotización en los últimos meses”, argumentan los especialistas para avalar el incremento esperado en el área de girasol.

Según datos preliminares, obtenidos por la bolsa porteña, el escenario se muestra optimista para el girasol, hecho que avala la posibilidad de registrar un incremento en el área de siembra. La demanda de semilla de girasol, confirma la tendencia anunciada y refrendan una tónica expansiva para el área de siembra girasolera. Sin embargo, todo puede variar frente a la evolución que muestran las lluvias y otras variables de mercado antes y durante la ventana de siembra. Los especialistas de la bolsa porteña consignaron que los valores que exhiben insumos como herbicidas y fertilizantes, ambos con incrementos, serán determinantes para definir los márgenes de rentabilidad del agricultor, sobre el cual pesa la reciente baja que experimentó el girasol en el orden internacional.

Así y todo frente a otros planteos que ofrece la campaña gruesa, los márgenes que ofrece hoy el girasol se volvieron menos competitivos, especialmente respecto del maíz en zonas del centro-norte de Santa Fe y sudoeste de Buenos Aires y sur de La Pampa. Sin embargo, para los analistas, “aún continúa siendo una opción atractiva en zonas clave como el noreste argentino y el norte de la Pampa y oeste bonaerense”.

En los núcleos girasoleros del centro y norte del área agrícola (es decir en la región del noreste argentino y centro-norte de Santa Fe), la intención es recuperar la superficie que el año pasado no pudo implantarse por déficit hídrico. Allí la reserva de agua en los perfiles es limitada y deberá recuperar humedad, al menos de manera superficial, para poder concretar los planes de siembra.

“En la franja sur de la región agrícola nacional, los planes para este cultivo se están definiendo de manera prematura”, tal como consignaron los especialistas que prevén que toda acción en tal sentido deberá aguardar al menos hasta el mes de octubre próximo. Se destacó que se registra allí una mayor venta de semillas que hace prever una “mayor intensión” de siembra. Aquí las reservas hídricas muestran niveles muy ajustados, aunque se espera que en estos dos meses lleguen las lluvias tan necesarias para abrir a la opción por este cultivo.

Clima

En el transcurso del último mes, la escasez de lluvias ha reducido las reservas hídricas. Sin embargo, el descenso de las temperaturas y la reducción de horas de sol propias de esta época del año favorecen la conservación de la humedad remanente. No obstante, la humedad en el estrato superficial es determinante a la hora de decidir avanzar con la siembra.

De acuerdo al pronóstico de precipitaciones del último informe agroclimático estacional de la Bolsa de Cereales, para los meses de julio a septiembre se augura un invierno seco, con aportes hídricos moderados sobre la provincia de Buenos Aires, Norte de La Pampa, Sur de Córdoba, Entre Ríos, Corrientes y este de Chaco. En el caso que se cumplan dichos pronósticos, se contaría con humedad suficiente en la cama de siembra en los núcleos girasoleros del centro y norte del área agrícola, pudiendo llevar adelante las labores y lograr una implantación exitosa, mientras que hacia el interior del país podrían acentuarse las condiciones de déficit hídrico.

Por otro lado, para el trimestre de la primavera 2021 se espera una reactivación de las lluvias sobre toda el área agrícola, fundamentalmente sobre el noreste y sur, que proveerán la humedad necesaria para el crecimiento y desarrollo de los cuadros tempranos del norte del país y para la siembra del girasol en Buenos Aires y La Pampa.

Por último, a partir de estas perspectivas climáticas, si bien sobre el margen este del área agrícola las lluvias acompañarían al ciclo de la oleaginosa, hacia el centro y oeste el cumplimiento de los planteos de siembra quedará determinado por la ocurrencia oportuna de lluvias antes o durante la ventana de siembra.