La determinación del Banco Central de aplicar una contundente alza de la tasa de política monetaria fue efectiva para ponerle límite al avance del precio del dólar.
La divisa de EEUU cede por segunda rueda seguida, aunque se estabiliza uen torno a 40 pesos para la venta al público, nivel que no alcanzaba desde el 1° de octubre del año pasado.
En el mercado mayorista el billete verde experimenta un descenso de 29 centavos, un 0,7%, a 39,24 pesos. En el transcurso de 2019 el dólar acota la suba a 4,1 por ciento.
El Central fijó para este viernes una zona de «no intervención» con un piso de $38,453 y un techo de $49,763, mientras que para el próximo lunes 25 el piso se extenderá a 38,535 pesos.
En sucursales del Banco Nación se opera al dólar con una baja de 40 centavos, a $40 para la venta. En el promedio de bancos del microcentro porteño se vende a $40,29 y un descenso de 25 centavos.
El BCRA subastó Letras de Liquidez (LELIQ) el jueves, con un importante aumento de tres puntos porcentuales en la tasa de corte, ahora en 49,026% anual, el mayor salto diario desde la implementación de este instrumento como directriz de la política monetaria.
«En el corto plazo la calma puede regresar en la medida en que la tasa de interés en pesos vuelva a más que compensar el retorno esperado de los activos en dólares. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, por la debilidad de la economía, tanto los riesgos externos como los locales –políticos y económicos- pueden volver a complicar el escenario», consideró Gustavo Reyes, economista del IERAL de la Fundación Mediterránea.
Esta reversión de la fuerte baja que había experimentado desde comienzos del año obedeció a dos variables que inquietan al Gobierno y aumentaron más allá de lo deseado: la inflación y el precio del dólar.
Para los expertos de Research for Traders, «la suba de tasas por parte del BCRA contuvopor el momento las expectativas de subas continuas del dólar, generando una ligera caída que pudiera dar indicios de un nuevo ciclo de bajas que lo pudiera llevar otra vez al límite inferior de la zona de no intervención».