La misión del FMI llegó a la Argentina para reunirse con Hernán Lacunza y los asesores de Alberto Fernández

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Los técnicos del FMI llegaron esta mañana a la Argentina para revisar las variables macroeconómicas y para conocer al flamante ministro de Hecienda, Hernán Lacunza. En esta oportunidad, el jefe de la misión, Roberto Cardarelli, llegó acompañado por Alejandro Werner, director del Departamento para el Hemisferio Occidental.

La comitiva también tiene previsto una serie de reuniones con asesores económicos de los candidatos opositores como Guillermo Nielsen, Cecilia Todesca y Marco Lavagna. El encuentro sería el lunes, aunque resta definir hora y lugar. Desde el organismo internacional señalaron que «el equipo analizará junto con las autoridades argentinas los recientes acontecimientos económicos, financieros y los planes de políticas del gobierno«.

«Será una primera reunión de trabajo, un acercamiento. Vienen a conocer a Hernán Lacunza y se van a reunir con la oposición», precisaron desde el Gobierno, sin dar más detalle. Por su parte, el ministro de Hacienda adelantó: «Vamos a recibir a los representantes del Fondo, para trabajar, compartir ideas y ver la marcha del programa».

Según fuentes del Palacio de Hacienda, los enviados del FMI estaban preparados para llegar al país en el curso de la semana, pero el flamante ministro les pidió unos días más para estar más interiorizado con el curso del programa. Finalmente, la primera reunión será esta tarde y los encuentros se extenderán durante el domingo.

Tras las PASO y debido a la fuerte devaluación del peso, el presidente Mauricio Macri anunció un paquete de iniciativas para aliviar la situación económica de los asalariados y beneficiarios de AUH: aumentar el salario mínimo por segunda vez en el año, congelar por 90 días el precio de la nafta, aumentar un 20 % el piso del Impuesto a las Ganancias, incrementar un 40 % la beca Progresar, pagar un bono de 5 mil pesos para las fuerzas armadas y fuerzas de seguridad federales y eliminar el IVA a los productos de la canasta básica hasta fin de año.

Estas medidas tienen un costo fiscal de $ 80.000 millones, pero desde el Gobierno remarcaron que no ponen en riesgo en cumplimiento de la meta fiscal pactada con el organismo. La quinta revisión, que probablemente se realice en otra visita de los funcionarios del Fondo en los próximos días, estará concentrada en el cumplimiento de las metas del segundo trimestre, por lo que no habría inconvenientes en el giro de USD 5.400 millones previstos para septiembre.

Esta misión está encabezada por Roberto Cardarelli

Esta misión está encabezada por Roberto Cardarelli

El encuentro para analizar los números fiscales y aprobar o no este desembolso quedará para más adelante. A esta quinta revisión se sumará otra variable: la incertidumbre en torno a la continuidad del programa stand by tal como fue planteado y diseñado. También jugará un papel importante la caída estrepitosa del peso argentino luego de las PASO, el salto inflacionario y las posteriores decisiones que tomó el Gobierno en los últimos días, en el marco del plan de estabilización cambiaria.

El acuerdo stand by o de Derecho de Giro es un instrumento crediticio típico empleado por el FMI para otorgar préstamos a países de mercados emergentes avanzados. En el caso de la Argentina fue por USD 57 mil millones a 36 meses (tres años).

La mayor incógnita gira en torno a la reunión que puedan llegar a tener Werner y Cardarelli con Alberto Fernández y sus asesores. A mediados de junio ya se habían reunido, pero el escenario político cambió 180 grados desde entonces, y el candidato del Frente de Todos viene reclamando una renegociación inmediata del acuerdo con el FMI. Se especula en Washington con que le ofrezcan alternativas al respecto.

El candidato que en las PASO obtuvo un 47,65 % también habló de reestructurar la deuda con los tenedores de bonos argentinos, lo que provocó una estampida en el mercado que «sigue traumatizado» por el último default, según graficó un analista.

Tras esas declaraciones, sus asesores económicos debieron salir rápidamente a calmar las aguas y el propio candidato desterró la posibilidad de una eventual cesación de pagos. «Argentina no tiene posibilidad de caer en default si yo soy presidente», afirmó.