Tandil, ese rincón único de la Provincia de Buenos Aires, brilla con luz propia todo el año. Su belleza es un secreto a voces, pero en cada Semana Santa, la ciudad parece desplegar un encanto especial que fascina tanto a locales como a los miles de turistas que llegan desde cada rincón del país.
Entre sus maravillas naturales, los clásicos como la Piedra Movediza, El Centinela, el Dique, y el Parque Independencia son lugares que nadie puede dejar de visitar y que siguen asombrando a los turistas por su belleza.
La historia y la cultura también laten en sus museos y espacios que transportan al visitante a una inmersión sin igual.
Sin embargo, lo que realmente distingue a Tandil en estos días santos es su capacidad para combinar naturaleza, tradición y creatividad. Las calles se llenan de ferias de artesanos y emprendedores, donde se pueden encontrar desde delicias gastronómicas hasta piezas únicas de textiles, orfebrería, ebanistería y mucho más.
Los espectáculos en la ciudad también destacan por su diversidad. Desde las representaciones religiosas que apelan al espíritu reflexivo de esta época, pasando por shows musicales, circenses y teatrales, públicos y privados, Tandil ofrece un abanico amplio que se adapta a todos los gustos.
Más allá de todo lo destacado, sin duda el evento que se lleva los laureles es la famosa obra «Jesús, El Nazareno». Las estampas de Tandil, con una tradición de 77 años, son el corazón de la Semana Santa tandilense, convocando a miles de personas año tras año y consolidándose como uno de los eventos culturales y turísticos más esperados.
Bajo la dirección de Walter Lanestosa, más de cien personas dan vida a una puesta inolvidable, con luces, sonido y una ambientación cuidadosamente diseñada para llevar al público a los últimos días de la vida de Jesús.
He tenido la fortuna de presenciar esta impresionante representación en el imponente Anfiteatro Martín Fierro y es imposible no emocionarse ante la profundidad y el arte que se despliegan en escena, haciendo de este espectáculo una experiencia movilizadora.
Una vez más, Tandil ha demostrado ser un destino de elección predilecta para el turismo en Semana Santa. La ciudad, con su belleza y su cálida hospitalidad, ha estado a la altura de las expectativas y ha dejado una huella imborrable en todos los que tuvieron la dicha de visitarla. En este fin de semana, Tandil no solo ha brillado; ha resplandecido.
Carlos Laboranti, director ejecutivo.