El Grupo Los Grobo es uno de los principales conglomerados agroindustriales de Argentina, y enfrenta formalmente su mayor crisis financiera tras la decisión del Juzgado en lo Comercial N°12, de abrir el concurso preventivo de acreedores de sus dos principales empresas: Los Grobo Agropecuaria y Agrofina.
La situación afectó a productores que confiaron en la empresa a lo largo de todo el país, y lógicamente toda nuestra amplia región no escapa al grave problema, puesto que Los Grobo tiene una fuerte presencia.
El grupo posee una fuerte estructura operativa, con 34 sucursales, 27 depósitos de insumos y 16 plantas de acopio y procesamiento de granos, con una capacidad de almacenamiento superior a las 350.000 toneladas. Sus operaciones se extienden por Buenos Aires, La Pampa, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, con más de 500 empleados. En el último ejercicio, acopió más de 2 millones de toneladas de granos y sembró 218.000 hectáreas en sociedad con 40 productores.
Mientras tanto, Agrofina está focalizada en la producción y comercialización de agroquímicos. La empresa cuenta con una moderna planta industrial en Zárate, Provincia de Buenos Aires, donde produce herbicidas, insecticidas y fungicidas para el mercado local e internacional. Justamente este segmento de negocios tuvo un mal desempeño durante el año pasado producto de una alta caída de la demanda.
Ante este panorama, Victoria Capital Partners, el fondo de inversión que controla el 90 por ciento del grupo, evalúa sus próximos pasos. La inyección de capital prometida para cubrir vencimientos de corto plazo no se concretó, lo que precipitó el default en diciembre. Entre las alternativas en análisis se encuentra la incorporación de nuevos inversores o la venta de activos estratégicos para reestructurar la deuda. La realidad demuestra que este fondo de inversión ya no está interesado en el negocio agropecuario porque ya no muestra los niveles de rentabilidad que tenía años atrás.
Desde la empresa, sin embargo, aseguran que continuarán operando mientras buscan una solución para estabilizar su situación financiera. «Las compañías seguirán funcionando y trabajando en una solución integral que ordene el negocio y su capacidad financiera. Priorizaremos nuestro compromiso con productores, proveedores, colaboradores y clientes», manifestaron.
Más deudas que activos
Los Grobo Agropecuaria y Agrofina, las dos principales firmas del Grupo los Grobo, perdieron más de 42.700 millones de pesos.
Quizás uno de los puntos más alarmantes es que Los Grobo Agropecuaria tiene patrimonio neto negativo, lo que la coloca en causal de disolución según la Ley General de Sociedades.
Su pasivo total asciende a 333.190 millones de pesos, mientras que sus activos suman 319.972 millones, lo que la dejó con un patrimonio neto negativo en 13.218 millones de pesos.
El dato no es menor, ya que el artículo 94, inciso 5, de la Ley General de Sociedades N° 19.550 establece que una sociedad puede disolverse si su patrimonio neto cae por debajo de la mitad del capital social. En este caso, la situación es más grave: el patrimonio directamente es negativo, lo que significa que Los Grobo Agropecuaria debe más de lo que posee. En este contexto, la empresa quedó atrapada en una situación de iliquidez, con obligaciones que superan ampliamente su capacidad de pago en el corto plazo. Y las opciones dentro de su concurso de acreedores son realmente escasas.
En paralelo, Agrofina, la firma del grupo dedicada a la producción de agroquímicos, tiene un activo total que asciende a188.050 millones de pesos, con un pasivo de 179.740 millones, de los cuales 163.449 millones correspondían a deuda de corto plazo. Aunque su patrimonio neto aún era positivo en 8.309 millones, la empresa ya no contaba con liquidez suficiente para afrontar sus compromisos inmediatos, lo que la dejó en una situación muy delicada.
Según explican desde Los Grobo, en las memorias de sus balances, el deterioro financiero de ambas empresas no es nuevo, sino el resultado de una combinación de factores que impactaron de lleno en el negocio. El sector agropecuario atravesó un año complejo, con caída en los precios internacionales de los granos, una fuerte retracción en la demanda de insumos y un encarecimiento del financiamiento tras la devaluación de diciembre de 2023. En el caso de Los Grobo, la caída del precio de la soja y el trigo afectó la comercialización de granos, mientras que en Agrofina la crisis del agro redujo el volumen de ventas de agroquímicos, en un contexto donde los insumos mantuvieron precios elevados.
Lo cierto es que el impacto en las cuentas fue demoledor, pero el golpe final llegó en diciembre, cuando Los Grobo Agropecuaria y Agrofina entraron en default. Ambas empresas no pudieron cumplir con el pago de pagarés bursátiles ni con vencimientos de préstamos bancarios, acumulando deudas millonarias que hoy están estimadas en más de 200 millones de dólares. La falta de acuerdo con sus acreedores y la imposibilidad de refinanciar compromisos con entidades bancarias y financieros llevaron a que el pasado 3 de febrero ambas compañías presentaran el pedido de concurso preventivo, en un intento por reestructurar su deuda y evitar la quiebra.
A pesar de los rumores de una posible asociación de Los Grobo con otras grandes del sector para salir a flote, por ahora no hay nada concreto. La realidad es que las multinacionales también están sufriendo en carne propia recortes en su rentabilidad lo que las hace evaluar con pie de plomo cualquier decisión comercial y de inversión. Por otro lado, lo único tangible es que el fondo de inversión Victoria Capital, accionista mayoritario de Los Grobo, le soltó la mano al grupo y busca con el concurso de acreedores salir del negocio de la manera menos nociva para sus finanzas.