Con profunda alegría, comenzamos este editorial diciendo que una vez más, el pueblo pudo expresarse en las urnas, y eso es algo que nunca debe dejar de festejarse. Y en esa expresión, la ciudadanía no sólo eligió a sus gobernantes, sino que dejó un mensaje a los dirigentes políticos.
Las elecciones del 27 de octubre, dejaron en claro que la región a la que llega Sendero Regional, se sintió mayoritariamente representada por el frente Juntos por el Cambio, es que no sólo este espacio ganó a nivel municipal en Lobería, Necochea, San Cayetano y Balcarce, sino que además lo hizo a nivel nacional y provincial (excepto en Lobería en la categoría Presidente), aún en un contexto desfavorable para esa fuerza política en el resto de la provincia y el país.
En Lobería, Juan José Fioramonti no solamente fue reelegido, sino que además superó la cantidad de sufragios con las que ganó en 2015 y sacó una diferencia superior a los 1.700 votos. Sin lugar a dudas, la población le dio un respaldo contundente al jefe comunal, que sin dudas se ha transformado en un líder político, que la ciudad no tenía desde la muerte de Hugo Rodríguez.
Por el lado del justicialismo, si bien estuvo lejos de pelearle el municipio al radicalismo, logró recuperar un concejal, merced a la unidad lograda, que le permitió quedar cerca de los 5.000 votos. Con la vuelta de Carlos Rodríguez al ruedo político, el peronismo parece haber encontrado el referente con el cual soñar con volver a ser gobierno en un futuro.
En San Cayetano, el triunfo de Miguel Gargaglione volvió a ser tan contundente, que se transformó en el intendente elegido con mayor porcentaje de toda la Provincia, con un 73,39 por ciento.
Esto, con el valor extra de conseguirlo después de 12 años de gobierno, con el desgaste que ello puede suponer.
Así las cosas, Gargaglione iniciará su cuarto período consecutivo con un respaldo extraordinario, que lo ha transformado en un verdadero referente para el radicalismo de la Provincia.
Sin dudas, el justicialismo sancayetanense afronta un futuro absolutamente incierto, puesto que pasan los años y las elecciones, y cada vez ve más lejana la posibilidad de siquiera darle pelea al radicalismo.
En Necochea, esta vez no se repitió la historia de 2015, dónde Facundo López fue segundo en las PASO pero se aprovechó de la interna de Cambiemos para quedarse con la intendencia.
Por el contrario, Juntos por el Cambio, con Arturo Rojas a la cabeza, logró estirar la diferencia conseguida en las Primarias y logró el triunfo de manera aplastante, dejando segundo al actual intendente, aunque muy lejos en cuanto a los números. Para graficar las diferencias, en 2015, López ganó las elecciones por apenas 270 votos, mientras que ahora Rojas lo hizo por 18.821 sufragios.
Claramente la comunidad necochense apostó por un cambio y el actual administrador del Puerto Quequén, tendrá la posibilidad de iniciar su gobierno con un respaldo notable.
Por su parte, Steffen y Giorgetti apenas superaron el 5 por ciento, mientras que Mancino no pudo siquiera llegar al 3 por ciento.
Por último, Balcarce tuvo una elección similar a la de Lobería, donde Esteban Reino, de Juntos por el Cambio, fue reelecto con el 58,63 por ciento.
La comunidad balcarceña mostró su respaldo a la gestión radical, que casi duplicó en votos al Frente de Todos, que fue la fuerza que quedó en segundo lugar.
Por su parte, Consenso Federal y la Unión Federal quedaron muy atrás y ni siquiera lograron un lugar en el Concejo Deliberante.
Aunque el contacto y la relación cercana debiera trascender a la pertenencia a un partido u otro, la coincidencia en cuanto al frente político que los identifica, seguramente ayudará a que los intendentes de Lobería, San Cayetano, Necochea y Balcarce, a los que se pueden sumar Tandil, Ayacucho y Rauch, puedan trabajar mancomunadamente por el crecimiento y desarrollo de esta zona. Ojalá así sea.
Carlos Laboranti
Director Ejecutivo