“Tenemos un gran auto para mañana”, aventuró el sábado Juan Bautista de Benedictis, que largaba desde la quinta posición la carrera con reglamento particular que diseñó el Turismo Carretera para desandar, en el circuito de Toay, La Pampa, el cuarto episodio del calendario.
La categoría retomaba la acción después de la suspensión de la actividad en Centenario, Neuquén, por las condiciones climáticas. Ahora, la obligatoriedad de ensayar una detención en los boxes para recargar 40 litros de combustible, la singularidad que influyó en la estrategia: los equipos eligieron la cantidad de litros con la que largaban sus pilotos, a diferencia de años anteriores cuando se estipuló que los tanques albergaban en el inicio 100 litros.
El incidente que protagonizó Andrés Jakos en el undécimo giro, fue el golpe de suerte que necesitaba De Benedictis para ganar. “La disfruté mucho y la clave fue el rendimiento del auto y hacer la recarga de combustible cuando entró el Pace Car a la pista: ahí quedamos primeros y después relanzamos muy bien”, comentó Pamperito, que no vencía desde la carrera en Viedma, en 2022. “No es fácil estar tanto tiempo sin ganar: los deportistas dependemos de los resultados y después de cada carrera volver a entrenarse, juntarse con los sponsors y reunir el presupuesto… no es fácil. Por eso ganar en TC es increíble y el triunfo te da energía para encarar lo que viene”, apuntó quien sumó su sexto triunfo en la categoría y le dio la primera celebración a la marca del Óvalo en el año.
De Benedictis sabe de lo que representan los largos tiempos sin disfrutar del sabor de los éxitos en el TC, porque antes de vencer en 2022 estuvo ocho años y ocho meses sin treparse a lo más alto del podio. “Hubo años en los que me tocó ver las carreras desde abajo, de no correr por falta de presupuesto… Años en los que corrí con autos que sabía que no estaban en el nivel para poder pelear”, recordó De Benedictis, que las tres últimas victorias las celebró con diferentes estructuras: el Lincoln Sport Group, el Gurí Martínez Competición y ahora con el Maquin Parts Racing.
El color verde del auto, un guiño desde siempre para su padre, Juan Antonio, ganador en 16 oportunidades y tres veces subcampeón de Turismo Carretera: 1986, 1993 y 1994. “Mi viejo es un pilar fundamental”, relató Jonito, que en Toay ganó en 2012 y esta temporada se reincorporó al Maquin Parts Racing, la estructura con sede en Venado Tuerto y que dirige la familia Soljan.
“Un equipo increíble que trabaja en el taller y trabajó muy bien en la parada en boxes. En este tipo de carreras los equipos se lucen, demuestran por qué son los que funcionan mejor: armar estrategias, porque los pilotos y los ingenieros estuvimos varias horas reunidos para manejar las variables que se presentan en una carrera para decidir cuándo entrar… y obviamente que acompañe la cuota de suerte”, señaló De Benedictis, que acertó en todos los puntos y tuvo la fortuna del ingreso del Auto de Seguridad para pasar a liderar la prueba.
La rapidez de los mecánicos para ejecutar la recarga de combustible y la aceleración de De Benedictis impuso la superación del necochense a Landa en la calle de boxes. Con el regreso a la pista, el Ford Mustang se enseñó contundente y De Benedictis controló a Marcos Landa y a Marcelo Agrelo, que por primera vez marcó el mejor registro en la clasificación y es el sorprendente escolta en el campeonato de Juan Martín Trucco, que finalizó en el cuarto puesto en Toay.
Julián Santero, el campeón defensor, hizo la detención más rápido en boxes, con 4,9 segundos, finalizó 13º y es el tercero en las posiciones que clasificarán a los doce mejores para la Copa de Oro. La próxima fecha del Turismo Carretera será en Termas de Río Hondo, el 11 de mayo.