Después de nueve días de intensas labores de búsqueda, el equipo de rescate halló este jueves el cuerpo deDana Desimone, la última persona reportada como desaparecida entre los escombros del Apart Hotel Dubrovnik en Villa Gesell, colapsado en la madrugada del 29 de octubre.
La joven, de 28 años, oriunda de Juan N. Fernández, se encontraba en el edificio junto a su pareja, Nahuel José Stefanic (25), quien también perdió la vida en el derrumbe.
La noticia causó una gran tristeza en la localidad del interior bonaerense, que desde el día del derrumbe había iniciado cadenas de oración para pedir por la joven.
Con su hallazgo, la tragedia suma un total de ocho víctimas fatales, entre las que se encuentra María Rosa Stefanic (52), la ex dueña del inmueble y tía de Nahuel.
El derrumbe también cobró la vida de trabajadores que realizaban remodelaciones en el edificio: el carpintero Fabián Javier Gutiérrez (54) y los plomeros Mariano Troiano (47), Matías Chapsman (27) y Ezequiel Matu (38). Además, Federico César Ciocchini, de 84 años, falleció mientras dormía en su vivienda contigua al Dubrovnik, aunque su esposa, María Josefa Bonazza (79), sobrevivió.
Dana vivió en Juan N. Fernández gran parte de su infancia, hasta que su familia decidió mudarse. Con 10 años, se radicó en el partido de Lomas de Zamora, donde asistió al colegio Nuestra Señora del Huerto en Temperley. Pese a la distancia, la joven siempre mantuvo el vínculo intacto con su pueblo natal, dado que solía viajar para visitar a su abuela y amigos.
Algunos de los intereses de la joven la llevaron a iniciar un emprendimiento. Durante la pandemia, aprovechó para dar inicio a una pastelería llamada “Lucky”, el cual promocionaba en redes sociales y tuvo continuidad en Villa Gesell. En la ciudad balnearia, no solo se encontraba con su pareja, sino que también trabajaba en el hotel Dubrovnik, tal cual consta en los registros previsionales.
Horas antes de la tragedia, Dana había compartido en sus redes imágenes en la que se la veía disfrutando de la playa y tomando mates, una de las actividades que disfrutaba en la ciudad.
Desde el colapso, los equipos de emergencia trabajaron sin descanso, perforando losas y retirando escombros en un intento por localizar a Dana y al resto de las personas que habían quedado atrapadas bajo las ruinas de la torre de diez pisos.
Los investigadores estaban convencidos de que a Dana la iban a encontrar cerca de donde hallaron el 2 de noviembre pasado el cuerpo de Nahuel. Pero no fue así. “Creemos que como fueron dos los ruidos previos al derrumbe, ella quiso escapar y quedó atrapada en el camino”, habían explicado las fuentes del caso cuando todavía se desconocía su paradero. Finalmente, este jueves la hallaron sin vida.