Autoridad, inteligencia, experiencia, buen juego… Algunos de los atributos que llevaron a Independiente de San Cayetano a alcanzar el gran objetivo de lograr el histórico tricampeonato.
En el partido de ida había logrado una ventaja, aunque mínima, ventaja al fin.
Había quedado la sensación que había hecho méritos para sacar una ventaja mayor, pero ese 1 a 0 lo hizo llegar con gran confianza a la revancha, donde se plantó con gran autoridad y lo terminó ganando de principio a fin.
A los 15 de la primera parte, Nahuel Beltrán puso en ventaja al «Chimango» y a partir de allí, manejó con tranquilidad esa ventaja de dos goles.
La inteligencia de Damián García para plantear el partido y un plantel que siempre respondió, le permitió al albo no pasar mayores sobresaltos.
Sobre el final, Ignacio Camilión marcó el 2 a 0 y selló la serie, desatando el gran festejo de Independiente, ante la algarabía de sus hinchas y el aplauso respetuoso de los hinchas de Mataderos, que supieron reconocer al justo campeón y también la gran tarea de su equipo.