Independiente de Lobería logró el ascenso a la A

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El rojo loberense fue superior a Estación Quequén, lo venció por 1 a 0 en el «Carlos Cuomo» y logró el ascenso a la Zona A.

Los dirigidos por Emilio Saffarano, ratificaron su gran presente y sumaron su séptimo triunfo consecutivo, gracias a un golazo del marplatense Nicolás Mollo.

Independiente jugó un gran primer tiempo, presionando bien arriba a su rival, ahogándolo en la salida y generando varias ocasiones de gol.

La más clara la tuvo «Kitti» De Andreotti, tras una jugada de Espende, quien perdió en el mano a mano con Laxalt. La pelota le quedó a Mollo9, quien tocó al medio para De Andreotti, quien con el arquero vencido, remató por arriba del travesaño.

Antes el rojo había tenido otras; una tapada de Laxalt sobre Ezequiel Gigena; un cabezazo de Landuci apenas desviado y un derechazo del propio centrodelantero que se fue al lado del palo.

También hubo lugar para la polémica, cuando Barrientos anuló un gol de Mollo por un dudoso offside.

Todo esto dentro de un dominio absoluto del juego.

En el complemento, con el viento a su favor, Estación Quequén logró equilibrar las cosas y casi abre el marcador con un cabezazo de Nogueira, que se fue al lado del palo.

El rojo loberense respondió con una gran apilada de Ezequiel Gigena, quien enfrentó al arquero y definió demasiado suave.

Enseguida llegó la apertura del marcador. Gigena robó en media cancha y tocó para Mollo, que adelantó la pelota y sacó un derechazo tremendo, que se clavó en el ángulo de Laxalt, que nada pudo hacer.

Dos de los referentes del rojo, Carlos Landuci y Jorge Barraza, disfrutan del ascenso.

A partir de allí, la pelota la monopolizó Estación Quequén, aunque la desesperación lo llevó a no tener claridad. El verde se repitió en centros que casi, siempre, despejaron Botaro, Barraza y Ruppel.

La única vez que logró ganar un delantero local, fue a través de Anzoategui, aunque su cabezazo se fu desviado.

Adrián Gil festeja junto a los hinchas, trepado al alambrado.

Pero Estación no se dio por vencido y sobre la hora tuvo la más clara, con un remate de Anzoeategui que dio en el travesaño. En el rebote, un jugador local cargó sobre Barraza y la pelota terminó al fondo del arco, aunque Barrientos anuló el tanto por falta, ante la protesta de los locales.

Ya no hubo tiempo para más, el juez dio por terminado el encuentro y se desató el festejo de los jugadores y cuerpo técnico de Independiente, que se acercaron a la cabecera que estaba vestida de rojo, con cientos de hinchas que disfrutaron del esperado ascenso.

El joven Adolfo Mustafá, celebró de cara sus hinchas.

Falló el operativo policial y apedrearon a la parcialidad visitante

La nota negra de la jornada la dieron los hechos de violencia que se produjeron tras el partido. Cuando los hinchas del rojo estaban en la calle contigua al estadio, esperando la salida del estadio de los jugadores, un grupo de simpatizantes de Estación Quequén aparecieron desde la Avenida, arrojando piedras contra las personas y los autos, ante la ausencia total de efectivos policiales, a lo que algunos pocos loberenses respondieron también lanzando proyectiles. El único que intentó de todas maneras calmar a los violentos fue el presidente de la Liga, Luis Tettamanti, aunque no tuvo éxito.

Posteriormente, cuando gran parte de los hinchas de Independiente habían podido retirarse, llegaron efectivos policiales que lograron dispersar a quienes estaban arrojando piedras.

Como saldo de la agresión, quedaron varios autos dañados por los piedrazos, además de al menos un hombre con una herida en la cabeza.

Cuesta entender cómo los hinchas de Estación estaban fuera de la cancha, cuando en realidad se sabe que los locales pueden salir del estadio recién cuando la parcialidad visitante se ha retirado del estadio.