Por Ulises Barochi – Coach ontológico.
Seguramente escucharon hablar de bullying, pero igualmente se los quiero presentar para que identifiquemos perfectamente a que nos enfrentamos, etimológicamente viene del inglés bull que significa toro, por arrasar con otro u otros sin contemplaciones. Su traducción es “acoso” es un tipo de violencia y es más común entre los jóvenes de lo que podemos pensar, para los que peinan canas como yo era que te «tomaran de punto».
Para mi es un tema muy serio que afecta gravemente a quien lo sufre ya que daña su autoestima, que es la propia percepción que tiene de sí mismo, su autoconfianza y por consiguiente se verá dañada su vida de adulto, ya que es esa confianza la que le permitirá fijarse metas y poder superar obstáculos entre otras cosas.
En este artículo no quiero centrarme en quien ejerce ese bullying y causa dolor, tristeza, trastornos emocionales, perdida de interés en los estudios, etc. Prometo en otro artículo escribir de competencias emocionales.
Quiero que juntos nos pongamos en los zapatos de quien es víctima de éste flagelo, o sea tener empatía y estar atentos ante cambios en la conducta de nuestros niños y jóvenes. Plantear el tema como conversaciones y sacarlo a la luz.
Ayudemos a las víctimas a que sepan que no están solos ni solas, que no es de débiles pedir ayuda, todo lo contrario, se necesita valentía para pedir ayuda. Es responsabilidad de todos dar fin a este tipo o cualquier tipo de acoso que sepamos ocurren a nuestro alrededor, por el bien de nuestra comunidad no podemos mirar hacia otro lado si alguien está triste o herido emocionalmente a causa de un semejante.
El bullying se disuelve con: Respeto por el otro aunque pensemos que es diferente, bienvenidas las diferencias.
Entonces para ir cerrando sólo por ahora por favor “Hablemos de Bullying” y si quieren ir por más conversemos de todo, las relaciones sanas y duraderas se basan en conversaciones. Gracias y hasta pronto.