Debido a la incertidumbre que genera la futura dolarización de carteras producto de las elecciones presidenciales, que se acentúa si Cristina Fernández de Kirchner aparece como una candidata con chances de ganar, el presidente del Banco Central Guido Sandleris explicó el martes el potencial de pesos que aún puede pasarse a moneda dura y trató de generar tranquilidad: «Buena parte de la dolarización que cabría esperar en un año electoral ya ocurrió», dijo en la presentación del nuevo esquema de bandas cambiarias.
Sandleris explicó que, como resultado de la crisis cambiaria de 2018, «una parte de los tenedores de activos en pesos no residentes se desprendieron de los pesos. Ya no están acá; se dolarizaron. Y una parte de la cartera de activos de las familias dejó de estar en pesos y pasó a dólares. La dolarización que ya ocurrió no puede volver a ocurrir», dijo en conferencia de prensa.
Según datos del BCRA, las familias ya han dolarizado buena parte de su riqueza, porque a comienzos de 2018, un 83% de los activos de los hogares estaban en moneda dura y hoy esa proporción trepa al 93 por ciento.
En tanto, la entidad espera que el 7% restante no se convierta en dólares porque persiste una demanda de pesos transaccional. «Consecuencia de años de alta inflación y la corrida de 2018, la demanda transaccional de pesos está en su mínimo histórico, pero no es cero», explicó Sandleris.
El otro sector relevante que puede generar tensión cambiaria por la tenencia de bonos argentinos son los inversores no residentes, cuyo desarme de carteras fue clave en la última suba del dólar, en marzo.
Las tenencias de activos en pesos a corto plazo (con vencimiento dentro del año calendario) por parte de no residentes son de alrededor de USD 5.000 millones este año, comparados con los más de USD 20.000 millones que existían en 2018, según el BCRA.
«Muchos inversores no residentes que tenían activos en pesos, principalmente Lebac, ya se fueron«, dijo Sandleris. Respecto de los que quedaron, dijo que tienen «la piel más dura». Por lo tanto, «es más improbable que observemos una dolarización más significativa» porque «atravesaron la crisis del año pasado y están más preparados para absorber el riesgo», dijo.
El otro sector que podría dolarizar son los bancos e instituciones financieras, pero recordó que tienen restringida su tenencia de dólares por regulaciones del BCRA.
«Es normal, en todos los países ocurre, y más en los emergentes, que los años de elecciones presidenciales sean años de más incertidumbre política y que esa incertidumbre tenga impacto en el sistema financiero», dijo Sandleris. «Es normal esperar la dolarización ante la incertidumbre electoral, pero los dólares disponibles alcanzan y sobran», dijo Sandleris, a fin de transmitir tranquilidad.
Según explicó, la dolarización en 2018 representó un 12% del total de activos en pesos. Al ajustarla por la dolarización ya ocurrida, una cifra equivalente para el resto de 2019 representaría aproximadamente
USD 7.000 millones.
Sandleris comparó la cifra por un lado con la oferta proveniente de la subasta de USD 60 millones que realiza diariamente el Tesoro, que sumará USD 9.600 millones durante los próximos ocho meses para financiar sus necesidades en pesos.
Y, por el otro, con el superávit proyectado de la cuenta corriente privada de unos USD 5.000 millones, una reversión de 22 mil millones de dólares respecto del déficit comercial que se había generado el año pasado, de USD 17.000 millones. «El año pasado el sector privado comparaba dólares para financiar el déficit. Este año, todos los días el sector privado vende dólares«, cerró Sandleris.