Google admitió que un grupo de expertos del lenguaje contratados por la firma escuchan aproximadamente el 0,2 % de las conversaciones que los usuarios mantienen con su asistente virtual (Google Assistant). Este comunicado surgió en respuesta a una información difundida en la televisión belga VRT NWS, que pudo acceder a cerca de un millar de grabaciones de individuos anónimos.
Según publicó ese medio, 153 de ese millar de conversaciones fueron grabadas a pesar de que nadie había dado la orden de activación del asistente virtual («Ok, Google»). Y en esas charlas se pudo escuchar conversaciones privadas de los usuarios donde éstos hablan de su vida amorosa, de sus hijos o incluso revelan información personal como su domicilio.
La empresa explicó en un comunicado que especialistas del lenguaje escuchan las grabaciones del usuario del Asistente de Google para mejorar su comprensión de diferentes idiomas y acentos.
Más específicamente, Google dijo que sus empleados sólo accede al 0,2% de esas conversaciones y que «no están asociadas con las cuentas de los usuarios». Y, según dicen, esas charlas se oyen para mejorar la calidad del servicio.
Las grabaciones fueron facilitadas a la televisión belga por uno de esos expertos que Google había contratado en ese país. La compañía aseguró que sus equipos están investigando la filtración de estos datos de audio que fueron realizadas por un empleado que «no respetó la política de seguridad de datos» de la empresa. Y añadieron:»Procedemos a un análisis completo de nuestros dispositivos de seguridad para evitar que se vuelva a producir».
Normalmente, el Asistente Google se activa cuando el usuario lo pide,
presionando un botón o diciendo «OK, Google». Y la empresa indicó que el asistente virtual sólo envía las grabaciones de audio una vez este ha detectado que el usuario está interactuando con él a través de esta palabra clave.
También explicaron que cuentan con varias herramientas para evitar las «activaciones falsas», es decir, que el software interprete un sonido erróneamente como la palabra clave para activarse.
A pesar de esto, VRT publicó, como se mencionó anteriormente, que 153 de esas conversaciones a las que tuvieron acceso, nadie había dado la orden de activación al asistente virtual sino que éste comenzó a grabar tras interpretar, por error, algún sonido de fondo.