Por. Sonia García (Shakti Devi Natha)
Terapéutica de Ayur Yoga VItal en Centro Surya
Convivir, compartir y trabajar con otros, pueden llevar a aparecer aspectos que desgastan las relaciones y atentan además contra la individualidad. ¿Cómo encontrar el equilibrio de vivir conscientemente más plenos y estar en el mismo espacio?
Estas pautas generales nos ayudarán a modo de guía.
Juntos, pero no mezclados
Sería genial que todo lo que pensamos resultara en lo concreto de la manera en cómo lo soñamos. No es bueno ni malo, sino más bien humano. El desafío se reparte entre poder verse a uno mismo, y convivir como otros.
La fraternidad del Ayur Yoga Vital genera vínculo, mejora la convivencia, en ella se desarrollan objetivos en común. Esto implica que si tienen algo en mente y en lo concretan, generan un proyecto de vida fuerte. Es decir que esta fraternidad no sólo se ha proyectado a estar juntos en lo espiritual sino también en lo productivo.
-Es bueno mantener el equilibrio, ya que al compartir muchas cosas con otros implica saber más de ellos, y eso es muy bueno, ya que si se logran superar los conflictos y resolverlos siguiendo para adelante, esto hace que el trabajo en equipo sea más fuerte.
-Cada persona necesita un espacio en donde pueda sentirse plena y crecer. Aquellos que comparte tantas cosas, puede perderse si no vislumbra que, si bien hay mucho en común desde lo espiritual y laboral, es enriquecedor el espacio propio para fortalecerse.
Hay que mantener la sadhana, práctica individual
La fraternidad es una de nuestras pautas y ocupa un lugar principal en nuestra tradición, ella nos ayuda a mantener en armonía la relación con nuestra familia, amigos, y todos los vínculos que tengamos, necesita que les destinemos tiempo. “Trabajar juntos hace una relación de interdependencia saludable cuando no perdemos, la conexión con nuestro maestro interior, conservando la identidad en la relación”.
Objetivos en común. Esto implica que si tienen algo en mente y en lo concretan, generan un proyecto de vida fuerte. Es decir que esta fraternidad no sólo se ha proyectado a estar juntos en lo espiritual sino también en lo productivo.
-Es bueno mantener el equilibrio, ya que al compartir muchas cosas con otros implica saber más de ellos, y eso es muy bueno, ya que si se logran superar los conflictos y resolverlos siguiendo para adelante, esto hace que el trabajo en equipo sea más fuerte.
-Cada persona necesita un espacio en donde pueda sentirse plena y crecer. Aquellos que comparte tantas cosas, puede perderse si no vislumbra que, si bien hay mucho en común desde lo espiritual y laboral, es enriquecedor el espacio propio para fortalecerse. Hay que mantener la sadhana, práctica individual.
La fraternidad es una de nuestras pautas y ocupa un lugar principal en nuestra tradición, ella nos ayuda a mantener en armonía la relación con nuestra familia, amigos, y todos los vínculos que tengamos, necesita que les destinemos tiempo.
“Trabajar juntos hace una relación de interdependencia saludable cuando mantiene la conexión con el maestro interior, conservando la identidad en la relación”.