La Navidad es una de las fiestas más populares del mundo, que traspasó las barreras de lo religioso para instalarse definitivamente como una fecha de reunión familiar.
Seguramente la mayoría de los que están leyendo este artículo, anoche se haya encontrado con sus afectos para brindar a las 00 de hoy y desear felicidad.
Tal como decía en un principio, si bien es una festividad de origen religioso, se ha convertido en una hermosa costumbre que propicia el reencuentro, las charlas, las sonrisas, los abrazos…
Es un evento en los que afloran distintos sentimientos, la alegría de la reunión con gente querida, la nostalgia por los que faltan en la mesa, la esperanza de la llegada de tiempos mejores…
Y a la hora del brindis, más allá de pedir por cuestiones personales, siempre aparecen esos deseos que suenan a frase hecha pero que realmente uno los demanda desde el corazón y hoy están más vigentes que nunca: paz, amor, unión, salud y trabajo.
Es que más allá de que cada persona hará su balance personal del año que se está terminando, los que pasaron han sido tiempos difíciles para la humanidad, con la pandemia que nos atravesó, y para los argentinos en particular, con una complicada realidad económica y social. Desde hace años vivimos sumergidos en esta grieta que generó nuestra dirigencia y de la cual tanto nos está costando abandonar.
Justamente en el último mes, el fútbol y puntualmente la Selección Argentina, logró unirnos, generando alegría en el pueblo, sin grieta de por medio. Radicales y peronistas, de Boca o de River, todos unidos en un abrazo y vestidos con un mismo atuendo de color celeste y blanco.
Las calles de todo el país inundadas de gente feliz, demuestran la necesidad que teníamos los argentinos de vivir momentos de alegría y unión.
Tal ves sea el punto de partida para que nuestro país entienda que esos tiempos mejores que anhelamos, son más fáciles de lograr si lo intentamos unidos, en paz, armonía y con esperanza. Ese fue el ejemplo que nos dejó nuestra Selección, encabezada por un cuerpo técnico que trabajó desde la humildad y que en el éxito nunca tuvo discursos revanchistas para con quienes los habían criticado, y con jugadores que pusieron el equipo por sobre sus intereses personales.
Ese es justamente mi más ferviente deseo en esta Navidad: Ver un país unido, tirando para adelante con un mismo objetivo, lo que no significa que debe existir un único pensamiento o idea.
Por lo demás, de mi parte y de la de todos los que hacemos Sendero Regional, deseamos que nuestros lectores, auspiciantes, colaboradores y vecinos en general, estén teniendo una Navidad que los encuentre cerca de sus afectos, con el calor de la familia y con felicidad.
¡Feliz Navidad para todos!
Carlos Laboranti, director ejecutivo