El intendente municipal, el doctor Esteban Reino, hizo un balance de la gestión en medio de la crisis económica que atraviesa el país y que afecta a la mayoría de los distritos del interior bonaerense.
-¿Cómo ve la situación actual de la Provincia y el país?
-Estamos viviendo una de las crisis más profundas que ha tenido la Argentina. Todos somos conscientes de que hay que parar la inflación, que la manera es gastando lo que tenemos y no gastando de más; pero también es cierto que cuando venimos de una inercia inflacionaria como la que tenemos, con salarios atrasados y a la baja, y con problemas sociales y económicos muy profundos, querer hacer en 30 días lo que no se hizo en 20 años es muy
riesgoso. No creo que tenga buenos resultados. Nadie discute que hay que hacer ciertas cosas para bajar el nivel de subsidio, pero de ahí a querer corregirlo en un minuto me parece que es una barbaridad.
-¿Qué se puede hacer desde el municipio?
-Somos ordenados, no gastamos más de lo que tenemos. El que gasta más de lo que tiene no puede pagar salarios. Me tocó asumir en un período de crisis total del municipio, con un mes y aguinaldo sin pagar. Hice lo que dice él (por Javier Milei): ando en mi auto, tengo mi celular, no tengo viáticos. Cuando viajo solo me pagan el hotel si me quedo a dormir, la nafta, el peaje y el estacionamiento; punto. Para mí no es nuevo. ¿Pero eso mueve el amperímetro en el gasto, como quiere hacer creer el Presidente? No, es insignificante, pero es un gesto.
-Frente a este recorte de la obra pública, ¿qué plan B se puede llevar adelante?
-Para nosotros es muy difícil. Tenemos una buena Dirección de Registración Dominial, que hemos hecho muchos loteos con servicios y le quedan al municipio, y ahí podemos seguir haciendo una obra importante que tenemos en el hospital, que no la pienso parar. Después tenemos una obra muy importante que solamente se puede hacer con capitales de la Provincia, que siguen llegando, que es el autódromo.
-¿Cuál es el aporte local para sostener las demandas sociales?
-Notamos, en principio, que ha bajado el consumo, cerca de un 40 por ciento. Muchísimo. El tema es que también entramos en una escala inflacionaria que tenemos en las tasas. Tratamos de no subirlas en 200 por ciento, pero progresivamente van a llegar. Hacemos un fino equilibrio. Nos hemos transformado en equilibristas para pagar sueldos y ver qué poquita cosa podemos hacer.
Fuente: La Tecla.