El Proyecto «Eslabón Perdido» emitió un nuevo comunicado de prensa que lleva la firma de su coordinador, Abel Basti, en el cual se indicó que «tras una investigación exhaustiva, no se ha podido encontrar documentación relacionada al navío hundido en cercanías del puerto de Quequén, frente a las playas de Arenas Verdes y Costa Bonita, ni tampoco datos relacionados al siniestro que llevó a pique a esa unidad naval hasta hoy desconocida».
En la gacetilla se expresa que «esta carencia de información documental resulta inusual y muy significativa teniendo en cuenta que no se trata de una embarcación menor y que por esta razón deberían existir registros oficiales hoy verificables. Pero lo cierto es que no se dispone de documento o informe alguno de la nave siniestrada donde deberían constar el nombre y la matrícula del buque, bandera, puerto de salida, empresa propietaria, listado de tripulantes, nómina de pasajeros, descripción de la carga, itinerario a realizar y destino final del viaje, compañía aseguradora, etc. Tampoco se han encontrado actuaciones de la autoridad marítima y de la Justicia, las que necesariamente toman intervención cuando se produce un naufragio. Por otra parte, no se han hallado documentos o gestiones de la
empresa propietaria, ni de la respectiva compañía aseguradora, o reclamos de terceros perjudicados por el incidente. Además, no se ha podido ubicar el listado de las víctimas o de los sobrevivientes de tamaña tragedia, ni información alguna sobre el accidente en los medios de prensa de la época».
«Eslabón Perdido» agregó en su comunicado que «debe destacarse que al verificarse los naufragios de dicha área, tanto en el Derrotero argentino, como en las cartas náuticas de la zona, no se pudo constatar un casco hundido en la posición geográfica del naufragio que se investiga. El primer documento verificable es el que corresponde a la denuncia de hallazgo del casco realizada por Eslabón Perdido el 9 de marzo del 2022. Posteriormente se encuentran las actuaciones documentadas de la Prefectura Naval Argentina (PNA) en el marco de una operación de constatación y filmación del pecio que fue realizada entre
los días 7 y 16 de junio del mismo año. Finalmente se dispone de la documentación del Servicio de Hidrografía Naval relacionada a la incorporación del naufragio en el Aviso a los Navegantes y en las cartas náuticas de la zona, lo que ocurrió al mes siguiente de realizado el operativo de la PNA antes mencionado. En resumen, la única documentación verificable sobre este navío aparece recién a partir de la denuncia de su hallazgo lo que es absolutamente extraño».
Por último, Basti sostiene que «si no hay registro alguno de esta embarcación, es posible esbozar la hipótesis de que se trata de una unidad naval que se encontraba navegando de manera furtiva en el Mar Argentino y cuyo hundimiento pasó desapercibido sin que nunca haya sido conocido».