La guardería municipal Pulgarcito lleva tres meses cerrada por tareas de mantenimiento, generando incertidumbre entre las familias y trabajadores del establecimiento. Desde el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) apuntan a la falta de acción de la Secretaría de Desarrollo Social, a cargo de Paola Moreno, y a la Supervisión General, dirigida por Gustavo Torres, como principales responsables de la demora.
El sindicato recuerda que en octubre del año pasado habían solicitado mejoras edilicias para la guardería debido a su estado de deterioro. En ese momento, afirman, sus reclamos fueron minimizados y tildados de infundados. «Nos trataban de locos cuando reclamábamos por mejoras edilicias en este jardín, que poníamos palos en la rueda y que nos mandaban a hacer lío», expresaron desde el STM. Sin embargo, con el paso del tiempo, las condiciones del edificio obligaron a iniciar trabajos de mantenimiento que, según denuncian, se han prolongado más de lo esperado.
Actualmente, los niños que asisten a Pulgarcito han sido reubicados en la guardería Evita, donde reciben atención por parte del personal, pero sin contar con sus propios espacios. Según manifestaron algunos padres, la única respuesta que han recibido de las autoridades ha sido a través de mensajes de WhatsApp que indican que «cuando tengamos novedades, van a ser los primeros en saberlo».
Desde el STM remarcan que las reformas se habían comprometido para el mes de enero, durante el receso vacacional, pero el plazo se extendió sin explicaciones claras. «Estamos en abril y los salones siguen sin pintar. Los padres están inquietos y la incertidumbre es total», agregaron. También critican que en varias ocasiones los funcionarios han acusado a los trabajadores de «no preocuparse por los niños» cuando son estos mismos quienes, según el sindicato, solventan de su propio bolsillo materiales para la decoración y el mantenimiento de las salas. «Al igual que en Pediatría del Hospital, donde las trabajadoras compran la pintura y demás materiales», denunciaron.
El malestar también se acentúa ante la falta de una comunicación directa de la secretaria Paola Moreno con los padres de los niños afectados. «Cuatro meses y la respuesta sigue siendo por WhatsApp, sin dar la cara ante las familias», cuestionan desde el STM.
Por el momento, la guardería sigue sin fecha concreta de reapertura y con las aulas sin pintar ni decorar, según denunciaron los trabajadores.
