Este lunes el intendente Arturo Rojas se puso a disposición de uno de los vecinos damnificados en la brutal golpiza propinada por el personal de seguridad del boliche “Tom Jones”, Hugo Aguilar, y su familia, durante un encuentro mantenido en el Centro Operativo de Monitoreo.
De la reunión formaron parte también el secretario de Gobierno Jorge Martínez; y el presidente del Concejo Deliberante, Guillermo Sánchez, señalando el primero de ellos que “la idea era ponernos a disposición de Hugo y su familia y escuchar su versión de lo que había pasado respecto a la agresión que sufrió por parte de los patovicas del boliche “Tom Jones”.
De parte del Ejecutivo, “le comentamos cuál fue nuestro accionar, que todas las cámaras se pusieron a disposición de la Justicia, e incluso hubo funcionarios que estaban ocasionalmente en el lugar y que dieron declaración testimonial en la causa, así que ahora hay que esperar la resolución de un hecho que ya escapa al ámbito municipal y pasa a la esfera judicial”, aportó Martínez.
En tal sentido, se recuerda que esta mañana, la Dirección de Control Urbano que depende de Gobierno, clausuró el boliche de 87 y 4, sobre lo que manifestó el funcionario que “hoy se procedió a la clausura por tiempo indefinido hasta que el boliche aporte la documentación necesaria, y luego será la jueza de Faltas la que decida el levantamiento o no de la clausura”.
Por lo pronto, el secretario dejó bien en claro que “por supuesto estamos a disposición de Hugo y su familia para dar una ayuda en cuanto al seguimiento de la causa judicial”, acotando que “están preocupados por las secuelas que pueden llegar a quedar por los golpes recibidos, si bien a él (Hugo Aguilar) se lo notaba bien de ánimo, por supuesto que hay consecuencias de los golpes sufridos en la cara y ahora esperan por el resultado de tomografías que se realizó para evitar secuelas a futuro”.
Finalmente, Martínez destacó que desde un primer momento desde el Ejecutivo se aportó toda la prueba a la Justicia y la secuencia de cómo ocurrieron los hechos, no solo en “Tom Jones” sino en toda esa zona, habida cuenta de que se realizaban inspecciones y controles de nocturnidad para hacer cumplir los horarios estipulados de cierre de los boliches.
