A través de un documento que presentará la Secretaría de Agroindustria, se oficializará que la producción total de cereales y oleaginosas se ubicó en torno a las 145 millones de toneladas.
El mayor nivel de producción en esta campaña fue uno de las pocas variables económicas positivas que tuvo el Gobierno en todo este tiempo, ya que esto no solo genera un buen escenario para los productores, sino que también se traslada en un mayor movimiento económico en pueblos y ciudades del interior, y contribuye fuertemente a la generación de divisas a través de las exportaciones.
En esta campaña se destacó el muy buen desempeño de los cereales, como el trigo y el maíz, que alcanzaron niveles récord de producción. En relación al grano grueso, y teniendo en cuenta que las cifras de Agroindustria contemplan tanto el destinado para la etapa comercial y como a forraje, en se asegura que superó a la producción a la soja.
En su última estimación, Agroindustria proyectó una cosecha total del cereal de 57 millones de toneladas, lo que significaría un aumento del 31% con relación al ciclo anterior. De confirmarse esta estimación, por primera vez en 20 años superará a la oleaginosa estrella, que habría alcanzado las 55.600.000 toneladas.
A lo largo de la campaña se registraron buenos niveles de comercialización que tuvo la cosecha por parte de los productores, en un escenario de bajas en los precios internacionales y de incertidumbre por el próximo escenario electoral y la marcha de la economía.
En estos momentos la comercialización de dicha cosecha atraviesa una etapa complicada en materia de precios por los efectos de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, y la situación climática en las principales zonas productivas del país norteamericano.
Analistas del mercado local de granos comentaron en los últimos días que la existencia de retención de la producción de soja por parte de los productores se la atribuye a que el precio no es atractivo, y no a la incertidumbre económica y electoral del país.
Los productores utilizaron el aumento de la cosecha para hacer frente a las deudas que generó la sequía en 2018 y a los compromisos financieros asumidos para desarrollar la presente campaña. Y los excedentes, en su mayoría, el productor los utilizará fundamentalmente para realizar compra de insumos y maquinaría para el nuevo ciclo agrícola.
Campaña 2019/2020
El nuevo ciclo agrícola transita la etapa de siembra de cultivos de invierno. La rotación de cultivos se prevé que será nuevamente récord, y esto se atribuye a la decisión del Gobierno nacional de eliminar las restricciones para comercializar trigo y maíz, que había implementado el kirchnerismo.
En los últimos días la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario informó que la rotación de cultivos en la campaña que comenzó meses atrás, «será la más importante de la historia», con una siembra de trigo que aumentará 6,4%, y la de maíz se incrementará 7% en relación al ciclo anterior.
En trigo ya se sembró el 90% del área y la siembra alcanzaría las 6.870.000 hectáreas, el mayor nivel de los últimos 18 años, y con una proyección de producción de 21.500.000 toneladas.
En maíz, y a un mes del inicio de la siembra, la estimación de la bolsa rosarina es de una superficie que llegaría a las 7.400.000 hectáreas, y teniendo en cuenta que se cosecharán 6.300.000 hectáreas de maíz con destino comercial, se podría alcanzar un volumen total de producción de 51.000.000 de toneladas.